La experiodista de la BBC Jacky Sutton apareció ahorcada el pasado domingo en los aseos del aeropuerto de Atatürk de Estambul. La británica voló el sábado pasado desde Londres a Estambul, donde tenía que enlazar a medianoche con un vuelo a Erbil, en el norte de Irak. Sutoon perdió esa conexión y en la compañía aérea le indicaron que debía adquirir otro billete.
Después de explicar que no disponía de dinero y de llorar brevemente ante el mostrador de atención al cliente, según los medios turcos, la pasajera se dirigió a los servicios, donde posteriormente aparecería colgada de los cordones de los zapatos de un gancho, en la puerta de uno de los aseos.
Los medios turcos calificaron el suceso como suicidio, pero amigos de la fallecida consideran poco probable esa posibilidad. Sutton trabajaba como directora para Irak en funciones del ‘Institute of War and Peace Reporting’, con sede en Londres, que respalda el periodismo local en países afectados por conflictos y crisis.
La OSCE exige una investigación
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) pide a Turquía una rápida investigación. «Las circunstancias de la muerte de la periodista Jacky Sutton deben ser investigada rápidamente», dice en un comunicado Dunja Mijatovic, representante de la OSCE para la Libertad de Prensa. En su nota, expresa sus condolencias y asegura que Sutoon «dedicó décadas de su vida al periodismo e hizo importantes contribuciones al avance de la libertad de prensa en todo el mundo».
En el comunicado, se asegura que las circunstancias de su muerte «siguen siendo confusas». «Confío en que la investigación iniciada por las autoridades turcas traiga rápidas y claras respuestas a las cuestiones que rodean su muerte», declara Mijatovic.
