Frankfurt. La huelga de una aerolínea con cientos de vuelos cancelados evoca temores de largas filas y caos, pero la alemana Lufthansa parece estar sobrellevando la crisis tras haber manejado más de una docena de paros en cuestión de meses.
El miércoles, la línea aérea reprogramó los vuelos de miles de pasajeros, cuando un paro del personal de cabina llevó a la cancelación de más de 900 vuelos en el quinto día de huelga.
Muchos viajeros están frustrados o incómodos, y la huelga le costará millones de euros a la aerolínea, pero muy poco de eso quedó en evidencia en el aeropuerto internacional de Fráncfort, la terminal principal de la compañía, donde no hubo filas en los mostradores de Lufthansa.
El único detalle fue una fila pequeña en el mostrador para cambiar reservaciones. No hubo ni siquiera una cola para ir a los carritos de botanas gratuitas que la aerolínea estuvo proporcionando.
Las filas cortas fueron, sobre todo, fruto del esfuerzo de la compañía por avisarle a la gente de los cambios vía correo electrónico o mensaje de texto, antes de que se presentaran en el aeropuerto.
«Estamos informando a los pasajeros que son afectados directamente por la huelga, al menos en los casos donde nos dejaron sus datos de contacto cuando reservaron», dijo la portavoz, Sandra Kraft. Una cancelación genera en automático un correo electrónico o mensaje de texto. Kraft destacó que la huelga también ha recibido una enorme cobertura mediática. «Ciertamente, la experiencia que hemos ganado nos ayuda a cuidar de nuestros clientes», agregó.
La aerolínea alemana se ha encontrado en conflicto con los representantes de los empleados en sus intentos por reducir costos. Dice que necesita estructuras de costos más magras para competir con las líneas aéreas de bajo costo como Ryanair en las rutas europeas y contra las compañías del Golfo como Etihad, Emirates y Qatar Airways, las cuales según Lufthansa y las aerolíneas estadounidenses reciben subsidios gubernamentales. Ha habido 13 huelgas de pilotos en 18 meses, hasta que un tribunal las interrumpió en septiembre.
El sindicato UFO para el personal de cabina quiere garantizar los pagos de transición para sus 19 mil miembros si se retiran antes, entre otras exigencias como parte de su disputa laboral con Lufthansa.
No todo ocurrió sin problemas el miércoles. Quejas dirigidas al Twitter de la aerolínea indicaron que los clientes enfrentaron largas esperas para ser atendidos por la línea telefónica de la empresa. La cuenta en inglés (at)Lufthansa estuvo mandando casi un tuit por minuto, enviando a los clientes al sitio donde pueden cambiar sus reservaciones por sí mismos o exhortándolos a seguir intentando en el número telefónico gratuito.
Los clientes agitados incluían a los fanáticos de futbol de Irlanda que se dirigían de Dublín a Sarajevo para el partido del viernes de su selección nacional contra Bosnia-Herzegovina.
Unos 100 mil pasajeros no podían viajar el miércoles debido a la huelga, según dijo la aerolínea. La operadora dijo haber cancelado 931 vuelos.
