El 11 de octubre de cada año se celebra el Día Internacional de la Niña, según fue designada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 6 de diciembre del 2011, con el objetivo de crear conciencia sobre la situación de vulnerabilidad que sufren millones de niñas en todo el mundo.
Fue creada para acabar con la doble discriminación: género y edad, discriminación que se manifiesta a través de la educación y el empleo.
Un ejemplo de la lucha por los derechos de las menores es el de Malala Yousafzai, la niña pakistaní que en octubre de 2012 recibió un disparo en la cabeza en un ataque de las milicias talibanes.
Malala, que alcanzó renombre mundial por el activismo en su país a favor de la educación de las niñas y por el atentado que sufrió por defenderlos, festejó sus 16 años en la sede de Naciones Unidas.
Según la agencia EFE, el comisionado de la ONU afirma que «La exclusión de las niñas del sistema educativo conlleva un coste demasiado alto para las niñas, sus familias y la sociedad en general, como para ser ignorado”. El Día Internacional de la niña sirve para recordar a todos que en el mundo existen otras realidades, en las que existen muchos seres vulnerables y marginados, no sólo en el ámbito educativo, sino en todos los aspectos, que necesitan la atención internacional y la solidaridad del mundo.
