España quiere recaudar 500 millones de euros (528 millones de dólares) con nuevos impuestos ambientales como parte de un paquete de medidas fiscales para cumplir los objetivos presupuestarios de la Unión Europea.
Los nuevos impuestos son parte del presupuesto modificado que España ha presentado a la Comisión Europea. El plan dice que los nuevos impuestos apuntan a medidas para reducir los gases de invernadero.
El plan incluye impuestos ya anunciados sobre el tabaco, las bebidas alcohólicas y un nuevo impuesto sobre las bebidas sin alcohol que, dice, recaudará otros 350 millones de euros, así como medidas para reprimir el fraude, agilizar los trámites gubernamentales y eliminar algunas exenciones empresarias.
España dice que el presupuesto modificado generaría unos 7.500 millones de euros en el intento de reducir el déficit del pronosticado 4,7% del PIB al 3,1% acordado con la UE para 2017 con el fin de evitar sanciones.
Aun con la mayor recaudación, Madrid dice que cuenta con el «fuerte crecimiento económico» para cumplir con las metas acordadas.
El déficit español aumentó a 11,2% en 2009 durante la crisis económica. Su economía, que creció 3,3% en los tres primeros cuatrimestres del año, es ahora la de mayor crecimiento en la Unión Europea. El sector turístico fue excepcionalmente fuerte, al beneficiarse con los ataques mortíferos en Turquía y otros países.
El presupuesto va a votación en el Parlamento, donde el gobierno de derechas presidido por Mariano Rajoy es la primera minoría.
