La economía de Australia se contrajo 0,5% durante el trimestre que culminó en septiembre, la primera contracción para la nación desde inicios de 2011, debido a la menor demanda por parte de China de sus principales exportaciones: mineral de hierro y carbón, de acuerdo a las cifras reveladas el miércoles.
El ritmo de crecimiento anual fue de 1,8%, según la Oficina de Estadísticas de Australia. El crecimiento anual hasta junio había sido del 3,1%.
El declive en nuevas inversiones empresariales fue la principal causa de la contracción en septiembre, destacó el tesorero Scott Morrison.
Morrison no quiso especular sobre si el trimestre de diciembre también registrará pérdidas, lo que técnicamente representaría la primera recesión en Australia en 25 años.
«Creo que los pronósticos consensuados y otros comentarios muestran que a partir de este punto hay muchos motivos para ser positivos. No haré conjeturas sobre esos asuntos. Esperaremos a ver los datos«, dijo Morrison a la prensa.
Le pidió a un hostil Senado que responda con la aprobación de la agenda económica gubernamental.
«La contracción en el PIB real registrada en el trimestre de septiembre no es solo un recordatorio, no es solo una llamada de atención o una advertencia sobre la complacencia en lo referente al crecimiento económico«, señaló Morrison.
«Es una exigencia para respaldar las políticas económicas que impulsan la inversión necesaria para sostener la seguridad laboral, las horas y salarios que los empleados australianos necesitan para lidiar con los cada vez más elevados costos de vida, especialmente los costos de electricidad y que los comercios necesitan para sobrevivir en un complicado y competitivo ambiente«, añadió.
La última vez que la economía se contrajo fue en marzo de 2011, luego de que una inundación histórica afectó las exportaciones agrícolas y de carbón, y antes de eso en septiembre de 2008, tras la crisis financiera mundial.
El precio histórico de las materias primas, impulsado por la demanda de China, ayudó a Australia a evitar la recesión luego del desplome de la economía global. La demanda provocó un crecimiento en la inversión para la construcción de minas en Australia, que sigue en declive.
