El papa Francisco abrirá mañana la Puerta Santa en Roma y con este símbolo milenario dará inicio el Jubileo de la Misericordia. Un evento que no se llevaba a cabo desde hace 15 años, pero que se ha adelantado insólitamente diez años antes de lo previsto.
Un evento particular, no sólo porque está considerado como extraordinario, sino porque se realizará en momentos de alta tensión para el mundo, ya que después de los atentados en París del 13 de noviembre y las constantes amenazas del Estado Islámico (EI) de realizar otros atentados en diversas ciudades, entre ellas el Vaticano y Roma, la seguridad se ha convertido en una de las protagonistas para el Jubileo que está por comenzar.
De hecho, desde hace dos semanas, el gobierno italiano destinó dos mil hombres más para el plan de seguridad y así reforzar los controles en toda la ciudad de Roma, incluyendo al Vaticano, donde se cuentan más de mil puntos sensibles entre monumentos, iglesias, plazas, fuentes, estadios, estaciones del Metro y tren, aeropuertos, transporte, etcétera, tomando en cuenta la gran cantidad de peregrinos que se esperan.
En estos días se ha llegado a hablar que llegarán hasta 30 millones de personas durante todo el año que durará el Jubileo “en tiempos del Isis (siglas en inglés del EI)”, como lo llamó el prefecto de Roma, Franco Gabrielli, también comisario extraordinario para el Año Santo.
Ya el miércoles pasado, en la Plaza de San Pedro se realizó una especie de prueba general de seguridad para el Jubileo que comenzará mañana a las 9:30, hora local, y donde la coordinación entre policías, militares, carabineros, la gendarmería y la guardia vaticana ha sido fundamental.
A San Pedro ya no se puede entrar sin pasar por arcos detectores de metal o ser olfateado por uno de las decenas de perros antiexplosivos que rondan el Vaticano. Además, desde el martes se prohibió sobrevolar la ciudad para los aviones y artefactos ultraligeros, incluyendo drones.
La misericordia. El Jubileo que está por comenzar es considerado extraordinario, pues al final del último Jubileo, aquel celebrado en 2000 por Juan Pablo II, éste había anunciado que el próximo sería en 2025. De hecho, durante todo el pontificado del papa Benedicto XVI no se realizó ninguno, sin embargo, desde que el 13 de marzo de 2013 Francisco fue elegido como el Papa número 266 de la Iglesia católica, ha hecho de la misericordia su palabra de orden.
“Hacer de la misericordia el tema más importante del pontificado no fue una estrategia. Mi primer Ángelus como Papa fue sobre la misericordia de Dios y en aquella ocasión hablé de un libro de la misericordia que me regaló el cardenal Walter Kasper durante el Cónclave”, señaló hace unos días Jorge Mario Bergoglio en una entrevista publicada en la revista oficial del Jubileo, Credere.
“También durante mi primera homilía como Papa, el 17 de marzo en la parroquia de Santa Ana, hablé de la misericordia y no fue una estrategia, me vino de adentro. Es obvio que el mundo de hoy tiene necesidad de misericordia, de compasión. Estamos acostumbrados a las malas noticias, a las noticias crueles y atrocidades más grandes que ofenden el nombre y la vida de Dios”, dijo.
En la Iglesia católica, este evento es particularmente importante porque significa que da inicio el año de la remisión de los pecados, de la reconciliación, de la conversión y de la penitencia
sacramental.
“El Jubileo es el año del perdón, el año de la reconciliación de frente al sacrilegio contra la humanidad… Es cuando el padre dice: párense y vengan a mí. El Jubileo debe contribuir a una revolución de la ternura”, dijo el Papa a Credere, y adelantó que todos los viernes de cada mes tendrá un gesto diferente para atestiguar la misericordia de Dios.
Busca un acercamiento con ortodoxos. El papa Francisco deseó ayer que el Jubileo de la Misericordia, que inicia mañana, haga tomar conciencia entre católicos y ortodoxos de la necesidad de reparar “el pecado de la división”.
Durante la oración del Ángelus en la Plaza de San Pedro, el Papa expresó su deseo de que este Jubileo propicie nuevos pasos en la reconciliación entre la Iglesia católica y las distintas Iglesias ortodoxas. El cisma entre Roma y Constantinopla se remonta al año 1054.
Hace 50 años, el 7 de diciembre de 1954, en víspera de terminar el Concilio Vaticano II, según recordó, se produjo “un acontecimiento memorable”: una declaración común del papa Pablo VI y del patriarca ecuménico de Constantinopla, Atenágoras, que “anulaba las sentencias de excomunión” intercambiadas entre Roma y Constantinopla en 1054.
“Es providencial que este histórico gesto de reconciliación, que creó las condiciones para un nuevo diálogo entre ortodoxos y católicos, sea conmemorado precisamente al comienzo del Jubileo de la misericordia”, aseguró el Papa.
El jubileo. El Año Santo de la Misericordia fue anunciado durante el segundo aniversario de la elección del papa Francisco, que promueve en todo el mundo la apertura extraordinaria de las iglesias para invitar a celebrar el sacramento de la reconciliación. El tema de este año es tomado de la carta de San Pablo a los efesios, “Dios rico de misericordia”.
¿Cuál es el significado del Jubileo? El Jubileo es el año de la remisión de los pecados a través de la indulgencia.
¿Cuál es el significado del Jubileo Extraordinario de la Misericordia? El 11 de abril de 2015, el Papa publicó la Bula de Convocación del Jubileo Extraordinario de la Misericordia donde explica ampliamente el Misericordiae Vultus y su importancia para realizar este Jubileo. La Bula de Convocación es el documento con el cual los papas han tradicionalmente convocadoa los jubileos.
¿En qué fecha se llevará a cabo el Jubileo Extraordinario de la Misericordia? Del 8 de diciembre de 2015, con la apertura de la Puerta Santa (anticipada el 29 de noviembre en República Centroafricana), hasta el 20 de noviembre de 2016.
¿Por qué se eligió el 8 de diciembre para iniciar? Porque esa fecha coincide con la celebración de la Inmaculada Concepción (dogma católico proclamado por el papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854 con la Bula Ineffabilis Deus, pero también porque el 8 de diciembre de 2015 se celebra el 50 aniversario de la clausura del Concilio Ecuménico Vaticano II, un aniversario histórico para la Iglesia.
¿Qué significa la Puerta Santa? El rito inicial del Jubileo es la apertura de la Puerta Santa. Se trata de una puerta que es abierta sólo durante el Año Santo. Las basílicas que tienen una Puerta Santa son las basílicas mayores de Roma: San Pedro, San Juan de Letrán, San Pablo fuera de los muros y Santa María la Mayor.
El rito de abrir la Puerta Santa expresa simbólicamente el concepto que durante el Jubileo es ofrecido a los fieles un camino extraordinario hacia la salvedad. Las puertas santas de las otras basílicas serán abiertas sucesivamente a la apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro.
¿Qué lecturas se escucharán durante este Jubileo? Las lecturas en este Jubileo serán tomadas del Evangelio de Lucas, también llamado el “evangelista de la misericordia”. Entre las parábolas presentes en el Evangelio de Lucas están: la oveja perdida, el padre misericordioso y la mujer perdida.
¿Cuáles son los orígenes del Jubileo?En la antigüedad, entre los judíos, el Jubileo era un año declarado santo que se daba cada 50 años, en el cual se debía restituir la igualdad a todos los hijos de Israel, ofreciéndoles nuevas posibilidades a las familias que habían perdido sus propiedades y hasta su libertad. A los ricos, el año jubilar les recordaba que llegaría el tiempo en que los esclavos israelitas se convertirían como ellos y así reivindicar sus derechos.
¿En qué año comenzó la historia de los jubileos? La Iglesia católica inició la tradición del Año Santo con Bonifacio VIII en 1300. Bonifacio VIII había previsto un Jubileo cada siglo. Desde 1475, para permitir a cada generación de vivir al menos un Año Santo, el jubileo ordinario comenzó a hacerse cada 25 años. El jubileo extraordinario es convocado por un evento de particular importancia.
¿Cuántos jubileos ha habido? Los Años Santos ordinarios celebrados hasta ahora, son 26. El último fue el Jubileo de 2000. Sin embargo, la conciencia de convocar a jubileos extraordinarios viene desde el siglo XVI. Los últimos Años Santos extraordinarios del siglo pasado fueron en 1933 con Pío XI por el XIX centenario de la Redención, y el de 1983 con Juan Pablo II por los 1950 años de la Redención.
Tomado de: Excelsior.com
