La canciller alemana, Angela Merkel, calificó como «atentado terrorista» la matanza de 12 personas este lunes en un mercado navideño de Berlín y consideró que sería «repugnante» si el responsable tuvo protección del gobierno como refugiado.
«Tengo total confianza en la investigación», apuntó la jefa del Gobierno, para insistir en que el acto será aclarado «hasta el último detalle» y será castigado «con la fuerza de nuestras leyes».
La agencia de noticias DPA, citando también fuentes de seguridad no identificadas, dijo que el hombre había llegado a Alemania como refugiado en febrero de 2016. El periódico alemán Tagesspiel dijo que el hombre era conocido de la policía por delitos menores.
«Sería particularmente repugnante si el atacante tuvo protección y asilo de Alemania como refugiado«, subrayó la mandataria.
«Aunque en estos momentos parezca difícil, encontraremos la fuerza para vivir la vida que queremos en Alemania: libre, abierta y en convivencia«, manifestó.
Si se confirma la pista de la identidad del autor, Merkel podría verse nuevamente atacada por su generosa política de inmigración. Los populistas de derecha, concretamente, acusan a la canciller de poner en peligro a su país al acoger en 2015 a cerca de 900.000 refugiados que huían de la guerra y la miseria, originarios en su gran mayoría de países del mundo musulmán. Unos 300.000 refugiados suplementarios llegaron este año.
Por su parte, las autoridades locales confirmaron el hecho como un atentado terrorista.
«Poco importa lo que lleguemos a saber sobre las motivaciones y el móvil del asaltante, no debemos dejar que nos roben nuestro modo de vida fundado en (el concepto de) libertad«, declaró el ministro Thomas de Maizière en un comunicado, añadiendo que «los mercados de Navidad alemanes seguirán abiertos» acompañados de «las medidas de seguridad adecuadas».
