Panamá, Costa Rica y República Dominicana esperan una «participación más efectiva» de Estados Unidos en la concreción de soluciones a la crisis de Haití.
Dijeron que buscan pacificar el país e impulsar planes de infraestructura y reforestación que creen empleos para desalentar la emigración de sus ciudadanos.
Los presidentes de Panamá, Laurentino Cortizo; de Costa Rica, Carlos Alvarado, y de República Dominicana, Luis Abinader, expresaron además su preocupación por las elecciones en Nicaragua.
En el país centroamericano se celebrarán elecciones generales el próximo 7 de noviembre, en las que el presidente Daniel Ortega buscará la reelección.
Haití y Nicaragua formaron parte de la agenda de temas abordada en el marco de la Alianza para el Fortalecimiento de la Institucionalidad Democrática.
Esta Alianza «es un gesto político que deriva en acción en varias esferas», dijo el presidente costarricense.
Alvarado afirmó que el hecho de que «tres países que comparten valores de la democracia se unan para formar esta alianza en democracia es algo digno de resaltar» en estos tiempos tan complejos.
Panamá y Costa Rica son países de tránsito de los decenas de miles de haitianos que han emprendido un viaje a pie hacia Norteamérica, especialmente Estados Unidos.
Además, República Dominicana, vecino de Haití, también es destino de esta emigración.
Según datos panameños, más de 107,000 migrantes en movilidad, la mayoría haitianos, han cruzado el país este año, una cifra inédita.
El trayecto de los migrantes, involucra una docena de países además, atravesar la jungla del Darién, la frontera de Panamá y Colombia.
«Estamos hablando de un problema insostenible», dijo Cortizo, al recordar que para final de este año se proyecta el paso de 150,000 migrantes por Panamá.
«Rol de Estados Unidos es importante para resolución de la crisis»
«El rol de Estados Unidos es bien importante» en la resolución de la crisis (haitiana). Este es un problema regional, las soluciones tienen que ser regionales y nosotros esperamos de EE.UU. una participación mucho más efectiva, con medidas concretas», afirmó el presidente panameño.
La Alianza propuso a «la comunidad internacional la ejecución de acciones urgentes como el desarme y pacificación de la población y el fortalecimiento de la seguridad.
Además, establecer un plan integral para el desarrollo y construcción de infraestructura pública que genere empleo masivo y así minimizar la migración.
De igual manera, lograr el financiamiento de un programa comunitario para recuperar las cuencas, reforestar y restaurar los ecosistemas, entre otros».
Abinader señaló que la pacificación de Haití es un «preámbulo para unas elecciones libres y transparentes» y para los planes de desarrollo.
Abinader agregó que en ese sentido, Estados Unidos por su nivel económico, poder político y militar es el principal Gobierno que puede lograr esos cambios en Haití».
