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¿Por qué renunció Liz Truss, la primera ministra de Gran Bretaña?

¿Por qué renunció Liz Truss, la primera ministra de Gran Bretaña?

Liz Truss anunció este jueves su renuncia como primera ministra de Gran Bretaña solo seis semanas después de su nombramiento, derribada por un programa económico que conmocionó a los mercados y dividió a su Partido Conservador.

Adelantó que permanecerá como Primera Ministra hasta que se elija un sucesor dentro de una semana.

«No puedo cumplir el mandato para el que me eligieron por el Partido Conservador. Por lo tanto, hablé con Su Majestad el Rey para notificarle que renuncio como líder del Partido Conservador», dijo en un comunicado hoy (20 de octubre).

Antes del anuncio de Truss, 17 miembros de su propio partido le solicitaron su renuncia.

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La primera ministra estaba a merced de severas críticas tras su anuncio de recortes de impuestos no financiados. Esto genero desconfianza en los mercados y en la ciudadanía británica y su popularidad cayó hasta los niveles de aprobación más bajos de la historia del país.

El camino a la renuncia de Liz Truss

El principal detonante de la renuncia de Liz Truss fue un paquete de reforma fiscal conocido como el «minipresupuesto» anunciado a los pocos días de llegar al poder. Este contenía una serie de recortes de impuestos que le costaron una avalancha de críticas de todo el espectro político y una reacción negativa de los mercados. Todo ello puso en duda la estabilidad de la economía británica.

Los recortes fiscales anunciados el pasado 23 de septiembre por el ya excanciller de Hacienda, Kwasi Kwarteng, implicaban un enorme endeudamiento por parte del Gobierno. Se esperaba que Londres gastara 150.000 millones de libras esterlinas en subvencionar los costes energéticos de los consumidores y las empresas.

No obstante, Truss dio su plan fiscal. Principalmente congelaba el impuesto de sociedades (a las empresas) y, desde el próximo año, lo subiría del 19 % al 25 %, una medida que ya planeaba el Gobierno de su predecesor Boris Johnson. Con este incremento, espera recaudar 18.000 millones de libras esterlinas adicionales (unos 20.180 millones de dólares) al año para las arcas públicas.

Por su parte, en lo social, incluía la garantía del precio de la energía, limitando los precios unitarios de la energía. Principalmente congelando las facturas de un hogar promedio en 2500 libras anuales durante dos años. Asimismo, el recorte de la tasa básica del impuesto sobre la renta, la congelación de los impuestos sobre el alcohol y las compras libres de IVA para los turistas internacionales.

A diferencia de los grandes recortes fiscales de la década de 1980, Kwarteng solicitó decenas de miles de millones de libras para financiar sus planes. Algo que aumentaba la demanda en un momento en que el Banco de Inglaterra está subiendo los tipos de interés para controlar la inflación.

En medio de las críticas, Kwarteng anunció el pasado viernes su dimisión. En su cuenta de Twitter, el extitular de Hacienda confirmó que Truss le pidió «que se haga a un lado». Tras él, la secretaria de Interior británica, Suella Braverman, también renunció con apenas dos meses en el cargo.

Más contenido por Andrés Tovar

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