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Piden que inculpen a policías que mataron a mexicano en EEUU

LOS ÁNGELES.- La madre de un mexicano pidió el miércoles a la fiscalía de Los Ángeles que presente cargos por negligencia a los policías que dispararon mortalmente contra su hijo de 35 años, quien estaba confinado a una silla de ruedas y supuestamente padecía de depresión.

Agentes del Departamento de Los Ángeles balearon a Luis Martínez el 21 de abril del año pasado, después de que el inmigrante se pusiera de pie y los confrontara con un cuchillo, de acuerdo con las autoridades.

La esposa y madre de Martínez, sin embargo, refutan esta versión, alegando a través de sus abogados y demandas presentadas en corte estatal y federal que el inmigrante no se podía parar, estaba desarmado y sufría de depresión.

La comisión de la policía y el jefe del departamento, Charlie Beck, han dicho que el uso de fuerza de los agentes estuvo de acuerdo con las políticas del departamento pero han criticado las tácticas que usaron.

«Pedimos a la fiscal de distrito Jackie Lacey que seriamente considere presentar cargos contra los agentes», dijo el abogado Arnoldo Casillas a nombre de la madre de Martínez, Rufina Molina.

La fiscalía de distrito del condado de Los Angeles dijo que la policía todavía está investigando el incidente.

«No tenemos evidencias, ni investigación, ni caso que podamos examinar», dijo la portavoz de la fiscalía Jane Robinson. «Cuando la policía nos presente evidencias, nuestros fiscales la examinarán cuidadosamente».

Los policías no hubieran tenido que disparar contra Martínez si es que hubieran tenido a la mano sus pistolas para inmovilizar, dijo Casillas. Martínez fue baleado mientras un agente fue a agarrar una de estas pistolas a su auto, de acuerdo con informes policiales.

Martínez se había herido a sí mismo con un cuchillo pero estaba desarmado cuando llegó la policía, así que los policías no solo mintieron en sus reportes sino que plantaron un arma como evidencia, agregó el abogado.

Los agentes llegaron a la vivienda de Martínez luego que la esposa del inmigrante, Mónica Ramírez, llamara al servicio telefónico de emergencia y reportara que su esposo necesitaba asistencia médica.

«Cada vez que uno de nuestros agentes hace uso de fuerza que resulta en la muerte de un sospechoso, es una tragedia. En este caso, la comisión de la policía halló que el uso de fuerza por parte de los policías estuvo de acuerdo a la política (del departamento). Las debidas medidas en relación a cualquier desacuerdo deben resolverse a través de entrenamiento», dijo Craig Lally, presidente del Gremio para la Protección de Policías de Los Ángeles.

Martínez sufría de depresión desde hace mucho tiempo pero no había sido diagnosticado con este mal ni tomaba medicamentos, de acuerdo con Molina y Casillas.

«Ellos no le brindaron ayuda a mi hijo», dijo Molina con lágrimas en los ojos durante una conferencia de prensa. «Todavía no puedo aceptar que mi hijo ya no está aquí».

Las autoridades no han identificado a los policías que dispararon contra Martínez, pero la demanda de Molina y otra presentada en corte estatal a nombre de su esposa los identifica como Ricardo Huerta, Rudolph Rivera y Aldo Quintero.

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