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Peligra en Haití reforestación de árboles maderables y frutales

Siembra de plantas en Haití. Foto: Fuente externa
Siembra de plantas en Haití. Foto: Fuente externa

Puerto Príncipe, Haití.- Ante el abandono de un plan ambientalista nacido en 2021, el programa de reforestación de árboles maderables y frutales en Haití corre este miércoles el peligro de malograrse del todo.

El fenecido presidente Jovenel Moïse, creó en uno de cinco centros de germoplasma forestal en el país caribeño para este fin, situado en el territorio de Gran Pré, en el noroeste.

El lugar alberga posturas listas para su siembra, pero siguen ahí, denunció la versión digital del diario Le Nouvelliste.

El periódico añade que dicho sitio aloja a 23 variedades de plantas: «albaricoque, caoba venezolana, árbol del pan, árbol real, aguacate, cacao, cachimán, café, acasia, cedro, cerezo, chadèque, limón, guanábana, fresno, guayaba, olivo, nuez de caoba, naranjo dulce, samán, tamarindo, roble y flamboyán».

Esto –puntualiza el rotativo- hace un total de un 70 por ciento de árboles frutales. Del mismo modo, el 30 de maderables, pero los responsables siguen sin solucionar el problema, y ya muchas posturas echaron hasta raíces.

El Centro de Investigación sobre Planificación y Desarrollo de Haití, en conjunto con el Ministerio de Medio Ambiente, tenía como meta garantizar la reforestación y proteger la naturaleza. También, fomentar la seguridad alimentaria.

Tras el asesinato del presidente de Haití el plan forestal pasó al olvido

Después de la muerte de Moïse, los centros de germoplasma forestal, en particular el de Grand Pré, no recibieron la misma atención que antes.

Como consecuencia, muchas de las plántulas alcanzaron la madurez sin poder trasplantarse a otro lugar para ser plantadas a tiempo.

Esto trajo consigo pérdidas considerables entre estas posturas, que, una vez alcanzada la madurez, corren el riesgo de no servir de mucho.

Estas plántulas se entregan de manera gratuita. No obstante, en el pasado la práctica habitual de las ONG era dar dinero para que las personas se llevaran las pequeñas plantas y las sembraran.

Las ONG ya no están, pero quedó cultivada la costumbre, y por eso es difícil que los ciudadanos vayan a buscar las especies disponibles. El pasado mes de octubre, a pesar de hacer el anuncio con días de antelación, la ciudadanía no mostró gran entusiasmo. Esto, debido a que no había dinero de por medio.

Con información de: Prensa Latina

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