Internacionales

Paraguayas lucen sus pañuelos verdes para pedir la despenalización del aborto

Su mensaje va dirigido a la sociedad, para que deje de tratar el aborto como un tema tabú

Asunción.- Unas 70 mujeres se reunieron este sábado en una céntrica plaza de Asunción para reivindicar el Día de Acción la despenalización y legalización del aborto en América Latina y el Caribe, en un país como Paraguay donde la ley solo contempla el aborto terapéutico en escasos supuestos.

La cita unió a jóvenes universitarias y a mujeres que defienden los derechos reproductivos desde finales de los 70, todas vestidas con camisetas verdes y con pañuelos del mismo color, símbolo de la lucha por el aborto, anudados en las muñecas o en pelo.

Su mensaje iba dirigido a la sociedad, para que deje de tratar el aborto como un tema tabú y se abra a conversar, y su reivindicación exigía al Gobierno que modifique la legislación actual, que solo permite el aborto terapéutico si existe riesgo para la evolución del embarazo, en el parto o si pone en riesgo la vida de la madre.

Vea también: Cinco muertos y 37 heridos en el cierre de elecciones en Afganistán

Las estimaciones hablan de más de 30.000 abortos anuales en el país y la penalización del aborto también obliga a que menores, muchas veces víctimas de violación, tengan que seguir adelante con sus embarazos, con dos partos diarios de niñas menores de 14 años.

En marzo de este año, una investigación del Centro Paraguayo de Estudios de la Población (Cepep), cofinanciada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), desveló que en 2012 se realizaron 32.237 abortos inducidos.

Además, al tratarse de una práctica penada por la ley, el Ministerio Público investigaba, hasta noviembre de 2018, 45 casos de aborto, y en la actualidad existen tres personas privadas de libertad por casos de aborto.

Ante esta situación, las paraguayas que salieron hoy por el centro de Asunción piden dejar «la hipocresía» y abordar el aborto como una cuestión de sanidad pública.

Cristina Román, miembro del Colectivo de Mujeres 25 de noviembre, se inició en la lucha feminista a finales de los 70, y aunque cree que hay avances, considera que «sobre el aborto no se habla mucho».

«Es bastante tabú, seguimos siendo hipócritas. Hay gente que habla de los derechos de las mujeres, pero el problema del embarazo no deseado está siempre en el tapete y tenemos que apoyar a las mujeres y hacer que los hombres también tomen conciencia, que se cuiden. En el caso de que su pareja quede embarazada, que se haga cargo si quiere o, si no, que le apoye y le acompañe a que haga su aborto», afirmó Román.

Esta activista no augura que la ley del aborto vaya a llegar a pronto su país, pero recordó que, a pesar de la prohibición, «hay organizaciones de mujeres que dan orientación, ayuda e indican qué servicios se pueden hacer».

Sin embargo, esos servicios se siguen haciendo en la clandestinidad, por eso, uno de los gritos de las mujeres que se concentraron este sábado fue «Aborto legal en el hospital».

A ese se unieron los tradicionales «Saquen los rosarios de nuestros ovarios», en alusión al peso de la Iglesia en el país.

Entre las voces más jóvenes se encontraba Macarena Chilavert, abogada y miembro del colectivo feminista Serafina Dávalos, para quien el Estado no vela por la salud reproductiva de las mujeres.

«Buscamos instalar en la sociedad la necesidad de hablar de esta problemática que se cobra la vida de 30.000 mujeres al año en Paraguay», apuntó Chilavert, aunque lamentó que algunos sectores todavía se muestran reticentes y otros «fundamentalistas» se oponen.

La joven denunció que la clandestinidad es la única vía para interrumpir un embarazo no deseado en Paraguay y eso dificulta que la intervención pueda hacerse «de manera segura».

«Queremos que las mujeres puedan acceder, que puedan decidir principalmente sobre sus cuerpos. Eso es lo que reivindicamos, principalmente, que se pueda decidir, que la maternidad sea deseada efectivamente, que se pueda garantizar la vida digna de las mujeres y de sus hijos e hijas», subrayó.

Las mujeres que acudieron a esta cita hicieron una cadena humana en uno de los costados de la plaza para visibilizar su reivindicación ante los coches que pasaban, a cuyos conductores repartieron también el pronunciamiento de la jornada.

Fuente: EFE

Más noticias