Naciones Unidas.- La ONU ha confirmado que un helicóptero de la organización con ocho personas a bordo se estrelló en una zona de combates de la República Democrática del Congo (RDC), pero no ha querido hablar por ahora de la posible causa del siniestro, que el Ejército congolés atribuye a un ataque de los rebeldes del M23.
El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, explicó que se ha puesto en marcha una operación de búsqueda y rescate; sin que por ahora se hayan confirmado víctimas o supervivientes.
Según dijo, en el helicóptero viajaba una tripulación compuesta por seis miembros del Ejército paquistaní; así como otros dos militares, uno ruso y otro serbio, que estaban supervisando la situación en una zona de choques armados.
Además, se ha abierto una investigación para esclarecer las causas del suceso, señaló el portavoz, que pidió paciencia para que se determine si se trató de un accidente o el aparato fue derribado.
En un comunicado, el Ejército de la RDC aseguró que el helicóptero de la ONU fue derribado por rebeldes del M23 cuando evaluaba los movimientos de población provocados por los ataques de ese grupo en la zona de Tshanzu (Rutshuru), en la provincia nororiental de Kivu del Norte.
Rutshuru es el territorio en el que libran combates durante los últimos dos días el grupo rebelde M23 y las Fuerzas Armadas de la RDC.
Cinco localidades han caído en manos del M23 tras los combates que mantiene con el Ejército, confirmaron líderes de la sociedad civil.
El ataque ocurrió después de que el Ejército efectuase operaciones contra bases del M23 en Rutshuru, acciones que los rebeldes lamentaron.
Como resultado de los combates, «centenares de civiles» huyeron a la vecina Uganda, confirmó este lunes a Efe una de las portavoces del Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU (ACNUR) para Uganda, Wendy Kasujja.
El M23 empezó su andadura como grupo rebelde a principios de 2012 y estaba formado, sobre todo, por soldados que desertaron del Ejército congoleño para protestar contra el Gobierno.
Estos combatientes avanzaron con rapidez y consiguieron ocupar durante dos semanas la ciudad de Goma, capital de Kivu del Norte, con cerca de 700,000 habitantes.
La ONU acusó al M23 de contar con el apoyo económico-militar de Ruanda e incluso de recibir órdenes directas de altos funcionarios del Ejército ruandés.
Finalmente, la presión diplomática empujó al M23 a retirarse de Goma e iniciar conversaciones de paz con el Gobierno congoleño.
En 2017, algunos combatientes del M23 criticaron la lenta aplicación de los acuerdos firmados y organizaron varios ataques cerca de la frontera de Uganda.
El este del país lleva más de dos décadas sumido en un conflicto alimentado por las milicias rebeldes y los ataques del Ejército.
Fuente: EFE
