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Obama batió su récord al acortar más condenas a presos que sus 13 predecesores

En su último día en el poder, el presidente de EEUU, Barack Obama, estableció hoy un nuevo récord al conmutar las sentencias de 330 presos condenados por delitos no violentos relacionados con las drogas, con lo que ha acortado más sentencias que sus 13 predecesores juntos.

Con las penas acortadas hoy, Obama ha conmutado las sentencias de un total de 1.715 personas, incluidas 568 que habían sido condenadas a cadena perpetua, según informó la Casa Blanca.

“Con la acción de hoy, el presidente ha concedido más conmutaciones que ningún otro presidente en la historia de EEUU y ha superado el número de conmutaciones concedido por los 13 presidentes anteriores juntos”, informó el consejero legal de Obama, Neil Eggleston, en el blog de Casa Blanca.

“El presidente se propuso revitalizar la (facultad ejecutiva de otorgar) clemencia, y lo ha conseguido”, añadió Eggleston.

Obama batió hace ya varios meses el récord que hasta entonces ostentaba Lyndon B. Johnson (1963-1969), quien redujo las penas o perdonó a un total de 226 reclusos durante su Presidencia.

Pero hoy, además, superó su propio récord, que hasta ahora consistía en haber sobrepasado el número de conmutaciones de sus doce predecesores, cifra que ahora se extiende a trece.

El antecesor de Obama, el republicano George W. Bush, conmutó únicamente 11 penas en sus dos mandatos, frente a las 61 de Bill Clinton, las 3 de George Bush, las 60 de Richard Nixon, las 22 de Gerald Ford, las 29 de Jimmy Carter y las 13 de Ronald Reagan.

Más allá de algunas conmutaciones de alto perfil -como las concedidas este martes a la fuente de WikiLeaks, la soldado Chelsea Manning, y al independentista puertorriqueño Óscar López Rivera- la gran mayoría de los actos de clemencia de Obama se han dirigido a presos condenados por delitos menores relacionados con las drogas.

Muchos de esos reos fueron sentenciados durante la llamada “guerra contra las drogas”, que desde la década de 1980 aumentó la severidad de las penas por producción, posesión o distribución de drogas ilegales.

De haber sido sentenciados hoy, esos presos habrían recibido condenas mucho menos largas, por lo que Obama lanzó en 2014 una iniciativa para acelerar la revisión de las peticiones de conmutación de ese tipo de prisioneros.

Obama también promovió durante su segundo mandato, sin éxito, una reforma del sistema de justicia penal, con el objetivo principal de reducir las sentencias por los delitos no violentos relacionados con las drogas, y su equipo en la Casa Blanca ha expresado confianza en que su sucesor, Donald Trump, retome esa prioridad.

El mandatario no ejerció con tanta frecuencia su facultad de otorgar perdones presidenciales -que, al contrario de la conmutación, borran el historial criminal del preso en cuestión-, algo que concedió a 212 personas durante su presidencia.

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