Ha pasado casi una semana desde que no se sabe nada acerca del paradero de Jenny Hasleidy Saavedra y sus tres pequeños hijos: Santiago, Daniel y Esteban.
De acuerdo con una vecina de la familia, Jenny y sus tres niños —de 7 y 8 años— salieron del barrio Los Andaquíes, en el municipio de Rivera, Huila, hacía las 9:30 de la mañana del 2 de enero abordando un motocarro.
El vehículo los habría dejado en la terminal de transportes de Neiva y allí contrataron un servicio expreso de taxi con destino a la ciudad de Ibagué.
Según el conductor, durante todo el trayecto los niños le preguntaron de manera insistente a Jenny hacía dónde se dirigían, y su respuesta siempre fue la misma, pedirles que se quedaran en silencio.
Además —dice— no llevaban equipaje, solo una pequeña cartera y una bolsa azul, por lo que no parecía que fueran de viaje.
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Una vez llegaron a la capital de Tolima, Jenny le pidió al conductor una aguja para cambiar la tarjeta sim de su teléfono celular y, justo antes de abandonar el vehículo, le preguntó cuanto podría costar una carrera hasta Pereira.
Información confirmada días después por el comandante del Gaula seccional Huila, el teniente Antonio Suárez: “La señora Jenny habría manipulado su celular, extrayendo la sim card que tenía e ingresando otra; motivo por el cual, su familia no ha podido contactarse con ella”.
Al notar que pasaban las horas y no lograban comunicarse con Jenny, sus familiares reportaron la desaparición de la mujer de 32 años y los tres menores:
“Cuando nosotros volvimos a mediodía, no estaba. Nos pareció muy extraño que hubiera dejado la moto allá afuera. (…) Hicimos la publicación en las redes, que ella estaba desaparecida, y entonces, ayer miércoles, un señor nos dijo que había visto la foto por Facebook y cayó en cuenta de que él recogió a mi hija con sus niños”, dijo la madre de Jenny en entrevista para Noticias Caracol.
Desde entonces agentes de la Fiscalía del Huila, Tolima y Risaralda se encuentran buscando pistas sobre el paradero de Jenny que, según su madre, Cielo Medina, en los últimos días habría experimentado ansiedad.
Porque, supuestamente, “la querían quitar a sus pequeños y la querían meter a la cárcel”, de acuerdo con sus declaraciones para un medio local.
E incluso llegó a asegurar que, debido a su comportamiento, dejaron de verla como a alguien en sus cabales ya que, últimamente, “estaba muy estresada”, todo el tiempo.
Y así quedó consignado en el reporte de la Fiscalía General de la Nación, mismo en el que se dice que la mujer presentaba conductas extrañas, asociadas con problemas psiquiátricos. Y que, según los investigadores del caso, lo último que se sabe es que habría comprado cuatro tiquetes con destino a la ciudad de Armenia, en el departamento del Quindío.
Fuente: Infobae
