Durante su comparecencia en la corte de Wilmington, donde esperaba firmar un acuerdo de culpabilidad por delitos fiscales, Hunter Biden reconoció haber estado en rehabilitación en seis ocasiones durante los últimos 20 años.
“He asistido a centros de tratamiento para la adicción. Creo que he estado en cerca de seis pacientes hospitalizados en el transcurso de 20 años Por adicción al alcohol, principalmente, su señoría”, indicó.
En respuesta la jueza Maryellen Noreika le advirtió que de ser necesario podría someterlo a pruebas aleatorias de drogas para comprobar su testimonio.
Y es que el hijo del presidente de la nación es un adicto al crack en recuperación. Sin embargo, él asegura que ha estado sobrio desde junio de 2019, tomando una copa o dos después de haberse casado con Melissa Cohen en mayo de ese mismo año, pero nunca más desde entonces.
De hecho, en un libro que publicó hace dos años, Hunter admitió haber abusado de las drogas y el alcohol.
En la publicación titulada “Beautiful Things”, el hombre de 53 años sostuvo haber consumido sorbos de cerveza desde que tenía ocho años y de ahí en adelante fue experimentando hasta caer en el abuso de drogas más adictivas.
Por ello a la jueza Noreika le costó trabajo creer en su testimonio de abstinencia, pues el pasado de Hunter también revela que lo arrestaron por posesión de cocaína cuando tenía18 años, pero esto se eliminó de su registro al realizar una intervención previa al juicio y cumplir seis meses de libertad condicional.
La gravedad de sus adicciones propició que luego de cumplir 30 años optará por someterse a su primera etapa en rehabilitación, la cual no funcionó pues continuó consumiendo drogas.
Cabe señalar que al descubrirse una dosis de cocaína en la Casa Blanca hace unos días de inmediato se comenzó a especular que podría pertenecerle al hijo del presidente, pero esto no lo pudieron comprobar.
A pesar sus antecedentes, Hunter Biden tenía la esperanza de firmar un acuerdo que lo mantuviera fuera de la cárcel por los delitos fiscales que cometió, pero esto se vino abajo cuando los fiscales del Departamento de Justicia y su equipo legal no estuvieron de acuerdo sobre si el trato implicaba que Hunter podría ser procesado por delitos adicionales relacionados con sus negocios en el extranjero.
