Alabama, Estados Unidos.- Visitante de 71 años había asistido previamente a algunos servicios en la Iglesia Episcopal de St. Stephen antes de que la policía dijera que se presentó a una cena compartida, sacó una pistola y disparó fatalmente a tres de los participantes de edad avanzada. uno de los cuales murió en los brazos de su esposa mientras ella le susurraba palabras de amor al oído.
La policía dijo que los miembros de la iglesia se salvaron de más violencia el jueves por la noche cuando alguien en la cena sometió al hombre armado y lo retuvo hasta que llegó la policía. El sospechoso estaba bajo custodia el viernes mientras los fiscales preparaban órdenes para acusarlo de asesinato.
La violencia desconcertante en un suburbio rico en las afueras de Birmingham dejó a las familias de las víctimas con incredulidad, sorprendió a una comunidad conocida por su estilo de vida centrado en la familia y profundizó la inquietud en una nación que aún se recupera de la reciente masacre provocada por hombres armados que atacaron una escuela de Texas, una tienda de comestibles de Nueva York . tienda y otra iglesia en California.
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Dos de las víctimas del tiroteo en Alabama tenían 84 años; el tercero, 75. Se habían reunido con otros miembros de la iglesia para un “Boomers Potluck”. St. Stephen’s era el lugar favorito de Walter Barlett Rainey, una iglesia que “da la bienvenida a todos con amor”, según su familia. Dijeron en un comunicado el viernes que era difícil creer que lo mataron mientras asistía a una cena en la iglesia con su esposa de seis décadas.
Declaración de familiar
Todos estamos agradecidos de que ella se salvara y de que él muriera en sus brazos mientras ella le susurraba palabras de consuelo y amor en sus oídos
Melinda Rainey Thompson, hija de Rainey, de 84 años.
La policía dijo que Sarah Yeager, de 75 años, de Pelham, murió poco después de ser llevada a un hospital el jueves. La tercera víctima, una mujer de 84 años, murió el viernes. La policía no dio a conocer su nombre de inmediato, citando una solicitud de privacidad de su familia.
Es probable que más personas hayan resultado muertas o heridas si no se hubiera detenido al tirador, dijo el capitán de la policía de Vestavia Hills, Shane Ware.
“Fue extremadamente crítico para salvar vidas”, dijo Ware en una conferencia de prensa el viernes. “La persona que sometió al sospechoso, en mi opinión, fue un héroe”.
Ware dijo que el sospechoso y las tres víctimas eran todos blancos. Dijo que la policía todavía está investigando qué motivó al sospechoso, que ocasionalmente asistía a los servicios en la iglesia. Dijo que el nombre del hombre se retiene hasta que los fiscales lo acusen formalmente de asesinato capital.
Los investigadores ejecutaron una orden de registro en una casa en relación con el tiroteo, dijo la policía en un comunicado el viernes. No dijeron qué buscaban ni de quién era la casa.
La reunión de la iglesia del jueves fue descrita como una «Comida compartida de los Boomers», según los mensajes publicados en la página de Facebook de la iglesia por el reverendo John Burruss, el pastor. Dijo que estaba en Grecia en una peregrinación con un grupo de miembros y tratando de regresar a Alabama.
Alcalde de Vestavia Hills: comunidad unida, resistente y amorosa
El alcalde de Vestavia Hills, Ashley Curry, dijo a los periodistas que su «comunidad unida, resistente y amorosa» se había visto sacudida por «este acto de violencia sin sentido». La comunidad dormitorio es el hogar de muchos empresarios, médicos y abogados que trabajan en las cercanías de Birmingham. Vestavia Hills es conocida por sus escuelas de primer nivel y su estilo de vida suburbano. Tiene cerca de 40.000 habitantes, la mayoría de los cuales son blancos.
La reverenda Rebecca Bridges, rectora asociada de la iglesia, dirigió un servicio de oración en línea en la página de Facebook de la iglesia el viernes por la mañana. Ella oró no solo por las víctimas y los miembros de la iglesia que presenciaron el tiroteo, sino también “por la persona que perpetró el tiroteo”.
“Oramos para que trabajes en el corazón de esa persona”, dijo Bridges. “Y rezamos para que nos ayudes a perdonar”.
Bridges, que actualmente se encuentra en Londres, aludió a otros tiroteos masivos recientes mientras rezaba para que los funcionarios electos en Washington y Alabama “vean lo que sucedió en St. Stephens, Uvalde y Buffalo y en tantos otros lugares y sus corazones sean cambiados. , las mentes se abrirán.”
“Y que nuestra cultura cambiará y que nuestras leyes cambiarán de manera que nos protegerán a todos”, agregó.
Ha habido varios tiroteos de alto perfil en mayo y junio, comenzando con un ataque racista el 14 de mayo que mató a 10 personas negras en un supermercado en Buffalo, Nueva York. La semana siguiente, un hombre armado masacró a 19 niños y dos adultos en una escuela primaria en Uvalde, Texas.
Tiroteo ocurre después de masacre
El tiroteo del jueves ocurrió poco más de un mes después de que una persona muriera y cinco resultaran heridas cuando un hombre abrió fuego contra feligreses taiwaneses en una iglesia en el sur de California. Se produce casi siete años después de que un supremacista blanco declarado matara a nueve personas durante un estudio bíblico en la Iglesia Emanuel AME en Charleston, Carolina del Sur.
Agentes del FBI, el Servicio de Alguaciles de EE. UU. y la Oficina de Alcohol, Armas de Fuego, Tabaco y Explosivos se unieron a los investigadores en el lugar, que permaneció acordonado el viernes con cinta policial amarilla mientras vehículos policiales con luces intermitentes bloqueaban la ruta a la iglesia.
El sábado, miles de personas se manifestaron en los EE. UU. y en el National Mall en Washington, DC, para renovar los pedidos de medidas de control de armas más estrictas. Los sobrevivientes de tiroteos masivos y otros incidentes de violencia armada presionaron a los legisladores y testificaron en el Capitolio a principios de este mes.
La gobernadora de Alabama, Kay Ivey, emitió un comunicado el jueves por la noche lamentando lo que llamó la impactante y trágica pérdida de vidas. Aunque dijo que estaba contenta de saber que el sospechoso estaba bajo custodia, escribió: “Esto nunca debería suceder, en una iglesia, en una tienda, en la ciudad o en cualquier lugar”.
Fuente: AP
