A partir de este lunes, la capital de Kazajistán, Astana, será testigo de las conversaciones de paz entre el Gobierno y la oposición siria, como parte de una iniciativa iniciada por Rusia que incluye además a Turquía e Irán. De esta forma, se pretende encontrar un acuerdo que dé paso a la finalización de un sangriento conflicto que ha sumido al país en una guerra durante los últimos 6 años.
Se espera además la participación de una delegación de las Naciones Unidas encabezada por su enviado especial, Staffan de Mistura y del embajador de EE.UU. en Kazajistán, que actuará como observador del proceso.
Negociaciones a puertas cerradas
Las conversaciones, que tendrán una duración de dos días a partir de este lunes, se llevarán a cabo a puertas cerradas en el hotel Rixos de Astana, bajo un formato aún desconocido. Se espera que más de 300 periodistas de todo el mundo cubran el evento.
Una intensa actividad diplomática de los representantes de las partes busca un consenso para establecer el procedimiento del diálogo. En ese sentido, se desconoce si los representantes del Gobierno y de la oposición siria mantendrán un contacto directo durante la discusión. Por lo pronto, durante la inauguración del evento, tanto Gobierno como oposición siria han compartido la misma mesa.
Hacer lo posible para escuchar el punto de vista de ambas partes
Según el canciller de Kazajistán, Kairat Abdrajmánov, las negociaciones de Astana no pretenden eclipsar las últimas conversaciones de Ginebra, sino contribuir a la búsqueda del proceso de paz definitiva en Siria y destacó la importancia del evento en la solución de la crisis en Siria, al tiempo que agradeció la presencia de los grupos sirios de oposición en las conversaciones de Astana.
Por su parte, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, agradeció el apoyo del país sede en el desarrollo del evento. «Kazajistán ha dado soporte al proceso de reconciliación sirio desde su inicio. Todos, tanto el Gobierno como los grupos de oposición [sirios] creen que este es el lugar perfecto», declaró Lavrov.
El representante de la delegación rusa y enviado especial de la Presidencia, Alexánder Lavréntiev, aseguró que las negociaciones no pretenden «buscar soluciones fáciles en este prolongado conflicto» y señaló que el objetivo principal es poner sobre la mesa «la opinión de ambas partes: el Gobierno y la oposición siria». Asimismo, destacó el apoyo de la ONU al proceso de negociación.
Por su parte, el delegado de la ONU, Staffan de Mistura, recalcó la importancia de la presencia en las negociaciones de los tres países —Rusia, Turquía e Irán— , que según él «han incidido en la solución del conflicto», con el fin de buscar el cese de las hostilidades, una solución que «el pueblo sirio está buscando».
