El papa Francisco, al hablar este jueves ante una sesión conjunta de las cámaras del Congreso de Estados Unidos, llamó la atención de los legisladores sobre la crisis humanitaria que vive el mundo por el inusitado número de refugiados que son desplazados de sus territorios actualmente.
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“Nuestro mundo enfrenta una crisis de refugiados con una magnitud nunca vista desde la Segunda Guerra Mundial (…) es un desafío”, destacó el sumo pontífice en el Capitolio ante una audiencia que desde el inicio de su discurso le interrumpió numerosas veces con el aplauso y ovaciones de pie. “No debemos dejarnos intimidar por los números, sino mirar sus rostros, mirar sus historias y responder de una manera que sea siempre humana, justa y fraterna (…) Recordemos la regla de oro: hagan con los demás lo que quieren que hagan con ustedes”, manifestó el jefe católico.
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Al hablar de sus orígenes y del resto del continente aseveró: “Nosotros no nos asustamos de los extranjeros porque la mayoría de nosotros, alguna vez fuimos extranjeros (…) Como un hijo de migrantes, sabiendo que muchos de ustedes también son hijos de los extranjeros”.
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El papa agregó que “trágicamente, los derechos de los que vivieron aquí mucho antes de nosotros no fueron reafirmados. A ellos deseo reafirmarles mi más alta estima y reconocimiento”, en referencia a los nativos americanos.
“No debemos cometer los pecados y los errores del pasado, debemos decidirnos a vivir ahora de la forma más justa y no dar la espalda a nuestros vecinos y a los que nos rodean”, sentenció.
Sobre la pena de muerte, dijo estar convencido que su abolición global es “el mejor camino porque cada vida es valiosa” y porque cree en la posibilidad de la regeneración de las personas.
En cuanto al comercio de armas, dijo que “es nuestro deber enfrentar el problema y acabar con el tráfico de armas”, el cual dijo que “muchas veces gotea sangre de inocentes”.
Asimismo, llamó a proteger la naturaleza y confió en que con las capacidades de especialistas la tecnología podría ser usada en ese sentido.
También resaltó “cuan esencial ha sido la familia en la construcción de este país. Y cuan meritoria sigue siendo de nuestro apoyo y aliento”, de la cual manifestó su preocupación por que está amenazada, así como los valores que la fundamentan.
Llamó la atención sobre los jóvenes y dijo que “sus problemas son nuestros problemas. No nos es posible eludirlos, sus problemas son nuestros problemas, tenemos que enfrentarlos juntos”.
A lo largo de su discurso, Francisco se refirió a se refirió en diferentes momentos a personalidades y líderes políticos norteamericanos, entre quienes figuraron Abraham Lincoln, Martin Luther King, Dorothy Day y Thomas Merton.
