El Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprobó de forma unánime una resolución de apoyo al proceso de paz en Siria, la cual había sido acordada antes por Estados Unidos, Rusia y otras potencias internacionales.
El proyecto tiene entre sus objetivos objetivo lograr una reunión entre el gobierno de Damasco y la oposición. Asimismo, se insta a que las conversaciones comiencen a partir del 1ro de enero próximo.
A su vez, el documento estipula los términos previamente acordados sobre la creación de un gobierno de transición y la celebración de elecciones bajo supervisión de la ONU.
Además, exige a todas las partes que cesen los ataques a la población civil y subraya que será el pueblo, quien decida el futuro del país.
Por otro lado, las partes del conflicto están llamadas a proporcionar de inmediato la posibilidad de entregar ayuda humanitaria al país que hace casi cinco años que está sumergido en un conflicto armado.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, calificó la resolución de“respuesta a los intentos de imponer una solución desde fuera a los sirios en cualquier asunto, especialmente sobre su presidente”.
No obstante, “sigue habiendo profundas diferencias en la comunidad internacional, especialmente sobre el futuro de Bashar al Asad”, expresó el Secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, encargado de presidir la reunión.
En tanto, todos los participantes del proceso de búsqueda de una solución al conflicto“coinciden en que los terroristas no tienen lugar en la mesa de negociaciones”, remarcó Lavrov apenas unos instantes después de la aprobación del documento. Para Kerry la tregua debe incluir a todos los grupos y partes del conflicto, excepto al Estado Islámico (Daesh) y el Frente Al Nusra.
En representación de Siria, Bouthaina Shaaban, asesora del gobierno, mostró su disposición a comenzar el proceso de diálogo en semanas y aclaró que las potencias internacionales no deberían participar en las decisiones sobre el futuro del presidente Al Asad, debido a que los Estados Unidos y sus aliados insisten en destituirlo de forma ilegítima.
El conflicto tiene su origen en marzo de 2011, cuando comenzaron protestas antigubernamentales animadas por Occidente.
El apoyo del gobierno de EE.UU. para financiar a pequeños grupos opositores y estimular la violencia condujo a una guerra civil en la que ha provocado más de 200 mil muertos y cuatro millones desplazados, buena parte de los cuales protagonizan la actual crisis de refugiados en Europa.
Tomado de Cubadebate…
