El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, confirmó el lunes la muerte del líder de los talibanes afganos, el molá Ajtar Mansur, quien fue abatido por drones estadounidenses en un bombardeo de un dron el sábado en Pakistán.
El líder talibán representaba una «amenaza inminente» para las fuerzas estadounidenses y de la coalición en Afganistán, según indicó este lunes el Pentágono tras declaraciones de su portavoz, Jeff Davis.
«Sabíamos que (…) que se disponía a participar en asuntos que amenazaban directamente a las fuerzas estadounidenses y de la coalición».
Estados Unidos y la Otan detuvieron oficialmente sus operaciones de combate contra los talibanes iniciadas en diciembre de 2014. Pero sus fuerzas siguen autorizadas a realizar ataques «defensivos» contra los talibanes cuando éstos amenacen directamente a soldados estadounidenses o de la coalición.
A la cabeza de los talibanes tras el anuncio de la muerte del fundador del movimiento, el molá Omar el año pasado, Mansur, inicialmente considerado un partidario de los esfuerzos de paz, condujo a los talibanes hacia sus mayores avances militares desde la caída de su régimen en 2001.
