Un hombre que era vigilado por ser un presunto terrorista fue abatido el martes por fuerzas de seguridad estadounidenses en Boston (noreste) tras enfrentar a las fuerzas de seguridad con un cuchillo de «estilo militar», indicaron las autoridades.
La oficina federal de investigaciones estadounidense (FBI) se negó a revelar cualquier acusación contra Usaama Rahim, de 26 años.
El jefe de la policía de Boston, William Evans, aseguró que el sospechoso no acató la orden de arrojar su arma que le dieron miembros de la Fuerza Conjunta de Tareas contra el Terrorismo en la puerta de una farmacia de la ciudad.
«Los oficiales lo han estado vigilando y querían hablar con él. Se dio vuelta y nuestros oficiales le ordenaron varias veces bajar el arma. Desafortunadamente avanzó hacia ellos y los oficiales hicieron lo que están entrenados para hacer», señaló Evans.
«Creímos que era una amenaza. Era alguien a quien observábamos desde hacía un tiempo», agregó el responsable policial, evitando comentar las informaciones de prensa según las cuales Rahim había sido radicalizado por extremistas islámicos en Siria.
Según Evans, los hechos que terminaron con su muerte fueron grabados en vídeo. El FBI admitió que no tenía orden de detención y aseguró que no pensaba arrestarlo.
Rahim recibió dos disparos, uno en el pecho y otro en el abdomen.
«La policía de Boston y el FBI hicieron todo lo posible para que este individuo entregase su arma», insistió Evans.
Las autoridades exhibieron una foto de un largo cuchillo color negro que supuestamente estaba en manos del sospechoso.
Sin embargo, un hermano de la víctima, Ibrahim Rahim, profesor de religión, sostuvo que Usaama recibió tres disparos por la espalda mientras esperaba el autobús para ir a trabajar.
«Entendemos la necesidad de información, pero pedimos a la prensa darnos tiempo de llorar la muerte como familia», escribió este hombre en su cuenta Twitter.
