El presidente de Argentina, Mauricio Macri, anunció este martes a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la intención de su Gobierno de ampliar el número de refugiados de Siria que acepta ese país, cumpliendo con la tradición de asilo que ha demostrado esa nación.
Macri se estrenó ante la ONU en un discurso que ofreció en el debate de alto nivel de la Asamblea General, abierta este martes, en la que se espera participen más de un centenar de gobernantes en unas deliberaciones que se extienden hasta el lunes próximo.
El presidente argentino afirmó que uno de los grandes desafíos que tiene la comunidad internacional es el problema que generan los refugiados, con una realidad que, insistió, «pide que hagamos algo más».
«Si bien hace un año nos comprometimos a ‘no dejar a nadie atrás’, hoy las imágenes de las que somos testigos nos duelen y nos preocupan», añadió el gobernante argentino.
Recordó que en mayo pasado Argentina mandó «cascos blancos» para prestar asistencia humanitaria en la zona del conflicto sirio y trabajar en un campo de refugiados en el Líbano.
«Y quiero anunciarles que vamos a ampliar la recepción de refugiados de Siria o de sus países vecinos, privilegiando a grupos familiares con niños».
«Podemos ir incrementando gradualmente nuestra capacidad de recepción, en la medida que el acompañamiento financiero, la asistencia técnica y el apoyo logístico internacional nos lo permitan», insistió Macri.
Aprovechó para recordar que Argentina «es un país que siempre abrió sus puertas a hombres y mujeres del mundo que buscaban y buscan una vida mejor».
«Convivimos pacíficamente cristianos, judíos y musulmanes. Somos una sociedad que se enriquece de la diversidad; somos una sociedad abierta», recalcó el presidente argentino.
En su discurso, Macri se refirió a las principales preocupaciones de la agenda internacional, pero también a «noticias alentadoras», como «el proceso de construcción de paz en Colombia» y la normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
