El exobispo de la diócesis de Albany reconoció que encubrió las denuncias de abuso sexual contra niños por parte de sacerdotes en parte para evitar el escándalo y proteger la reputación de la diócesis.
Howard J. Hubbard hizo la admisión durante una declaración tomada como parte de una respuesta a decenas de reclamos presentados bajo la Ley de Víctimas Infantiles de Nueva York.
Un juez ordenó la publicación de la declaración el viernes. Cientos de personas que han demandado a la diócesis de Albany por abuso sexual. Principalmente, los demandantes afirman sufrir daños desde cuando eran niños, a veces hace décadas.
Durante la declaración de cuatro días, el exobispo mencionó a varios sacerdotes acusados de pederastia remitidos a tratamiento. Luego luego regresaron al ministerio, sin notificación al público.
Uno, David Bentley, aceptó ante Hubbard haber estado involucrado en el caso. Hubbard dijo que no denunció porque no sentía que la ley le exigiera hacerlo. En cambio, mantuvo en secreto las acusaciones contra Bentley y otros debido a la preocupación por el “escándalo y el respeto de los sacerdocio».
La diócesis finalmente retiró a Bentley del ministerio. La transcripción “será leída con horror por el público”, dijo Cynthia LaFave, abogada.
Hasta el año pasado, se contabilizaban al menos 300 demandas contra la diócesis de Albany bajo una ley estatal que le da a la población hasta el 14 de agosto para demandar por abusos sexuales. En algunos casos hace décadas.
El exobispo mencionó a varios sacerdotes acusados de pederastia que fueron remitidos a tratamiento y luego regresaron al ministerio, sin notificación al público, además, dijo que no denunció porque no sentía que la ley le exigiera hacerlo y, en cambio, mantuvo en secreto las acusaciones.
