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El equipo de Trump asegura que el magnate vendió sus acciones en junio

El máximo "dilema" de Donald Trump: continuar o no con una tradición de 150 años
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El presidente electo Donald Trump se deshizo el pasado verano de todas sus acciones en Bolsa, según ha declarado uno de sus portavoces a The Washington Post. El movimiento permite al empresario resolver uno de sus potenciales conflictos de intereses, ya que desde la Casa Blanca podrá formular regulaciones económicas que afectan a las mismas compañías en las que había invertido.

La venta de las acciones también habría permitido a Trump contar con efectivo necesario para financiar su campaña presidencial contra Hillary Clinton. Según los documentos oficiales que el republicano presentó a las autoridades, el paquete de acciones estaba valorado en unos 40 millones a fecha de diciembre de 2015, lo que supone una cantidad mínima en comparación con su fortuna, que Forbes estima en 3.700 millones de dólares. Su portavoz no ha aclarado la cantidad que ha recibido la venta ni por qué tomó esta decisión.

Trump posee acciones y dividendos en un gran número de empresas que incluyen a grandes corporaciones como Exxon Mobil, Halliburton, Microsoft, Pepsi o Apple, según su documentación oficial. Sin embargo, se desconocen los beneficios exactos que habría obtenido Trump con ellas, ya que el magnate no ha publicado sus declaraciones de impuestos como acostumbran a hacerlo los aspirantes a la presidencia.

La decisión de Trump ha salido a la luz después del revuelo causado este mismo martes por un mensaje en Twitter en el que abogaba por la cancelación de un pedido a Boeing, la empresa fabricante del Air Force One, el avión en el que viajan el presidente de EE UU y su equipo por todo el mundo. El magnate contaba con acciones en esta empresa valoradas entre 50.000 y 100.000 dólares y, según el Post, su precio subió un 70% desde que las compró en 2013 hasta el momento de su venta en junio de este año.

El perfil empresarial de Trump, inédito en un presidente electo, presenta un abanico de posibles conflictos de intereses en los que puede verse implicado desde el día que tome posesión del cargo. El magnate solo habría resuelto una parte de esos problemas con la venta de sus acciones, ya que también posee más de 500 empresas, de las que un centenar operan además en el extranjero.

Trump ha afirmado en varias ocasiones a lo largo de la campaña electoral que su intención es depositar todas compañías en un fideicomiso ciego, una figura financiera con la que cedería su responsabilidad a otra persona. A finales de noviembre también adelantó que la semana que viene anunciará esta decisión el próximo día 15, aunque no ha especificado si delegará el liderazgo de las empresas en sus hijos o en alguien más.

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