JACKSONVILLE, Florida, EE.UU. (AP) — Los investigadores federales de accidentes consideran emprender otra búsqueda entre los restos del naufragio de un carguero que se hundió en octubre, en un intento para localizar la «caja negra» de la nave.
Tom Roth-Roffy, el principal investigador de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, dijo a The Associated Press que durante una búsqueda de varias semanas fue localizada una de las cubiertas desaparecidas de El Faro, pero no el mástil en el que se encontraba la grabadora que contiene la información de la travesía del barco.
La agencia difundió el domingo las primeras imágenes de los restos del carguero donde se encuentran en el fondo del mar.
«No se encontraron restos humanos, ni bienes personales», declaró Roth-Roffy. «Creo que encontramos una bota».
El carguero El Faro se hundió el 1 de octubre después de que su motor perdiera potencia y lo atrapara un huracán de categoría 4 cuando iba de Jacksonville a San Juan, Puerto Rico. No hubo sobrevivientes entre los 33 marineros a bordo.
Roth-Roffy dijo que la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte necesita emprender una segunda búsqueda de los restos del carguero a una profundidad de 4.572 metros (15.000 pies) para ubicar la grabadora con la información de la travesía, que podría contener las últimas transmisiones del capitán.
Las autoridades examinan si efectuarán la búsqueda y la fecha en la que podría tener lugar.
Las imágenes tomadas en el fondo del mar muestran una ruptura en el casco de El Faro y falta la principal torre de navegación del barco.
Roth-Roffy dijo que equipos especializados localizaron una de las cubiertas faltantes a 600 metros (media milla) de distancia de donde está la parte principal del carguero.
Las imágenes muestran los restos del barco en el lecho marino con las ventanas rotas.
La nave tenía la popa más enterrada que la proa, dijo Roth-Roffy.
Los investigadores continúan armado los sucesos en torno al naufragio, pero en este momento han descartado que El Faro se hubiera hundido debido a una falla estructural de importancia.
Las familias de los miembros de la tripulación han presentado diversas demandas contra el dueño de El Faro, Tote Marine, en las que alegan negligencia y muerte por negligencia.
Afirman que el buque jamás debió zarpar ante la cercanía del huracán y que la decisión de hacerlo estuvo motivada por el dinero.
