La justicia estadounidense suspendió el viernes en forma sorpresiva la ejecución de un condenado a muerte texano prevista para el miércoles próximo, a quien se lo condenó por un homicidio en el que ni siquiera estuvo presente.
Los abogados de Jeffery Wood lograron esta victoria en la Corte Penal de apelación de Texas, según el fallo al que tuvo acceso la AFP.
En éste se considera fundado un recurso de Wood, que denunciaba un testimonio durante el juicio de un psiquiatra cuya carrera fue después muy desacreditada.
“La corte actuó bien al suspender la ejecución del señor Wood”, reaccionó Jared Tyler, abogado del reo, en un comunicado enviado a la AFP.
Jeffery Wood había sido condenado a la pena capital en virtud de una controvertida ley texana que sitúa al mismo nivel al autor principal de un crimen y a una persona involucrada en el proyecto, incluso aunque esta última no tuviera ninguna intención de matar.
En este caso particular, un amigo de Jeffrey Wood asesinó de un disparo a un empleado de una estación de servicio en enero de 1996, mientras que Wood se encontraba al volante del automóvil con el que iban a realizar el robo planificado.
Según sus defensores, Wood, quien tiene el coeficiente intelectual de un niño, no sabía que su acólito llevaba un arma de fuego ese día.
El acusado, que entonces tenía 22 años y este viernes cumplió 43, sigue estando condenado a muerte, lo que hace que el suyo sea un caso excepcional para los juristas.
“Nunca he visto en Estados Unidos que se ejecute a alguien con un nivel de culpabilidad tan bajo”, había dicho el miércoles a la AFP Kate Black, otra abogada de Wood.
En los últimos días, el comité de apoyo al preso movió cielo y tierra para aplazar la ejecución.
