Hay al menos 844 muertos
Voluntarios indonesios excavaron este lunes una fosa común para enterrar a las cientos de víctimas del sismo y el tsunami que azotó la isla indonesia de Célebes, mientras los socorristas trataban de sacar a más supervivientes de entre los escombros.
Ante la amplitud de la catástrofe, que causó al menos 844 muertos y 48,000 desplazados, según un último balance este lunes de la agencia de gestión de desastres, el gobierno indonesio solicitó ayuda internacional.
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Las autoridades temen que el balance final sea mucho más alto, pues gran parte de la región afectada sigue siendo inaccesible.
Decenas de agencias humanitarias y de oenegés se brindaron para dar asistencia al país, pero el envío de ayuda a la zona resulta complicado porque numerosas carreteras están cortadas y los aeropuertos dañados.
«No tenemos mucha comida. Sólo pudimos tomar lo que teníamos en casa. Y necesitamos agua potable», declaró a la AFP Samsinar Zaid Moga, una mujer de 46 años.
«Lo más importante son las tiendas, porque ha llovido y hay muchos niños aquí», añadió su hermana, Siti Damra.
Fuente: AFP