AP.- La enfermera Kaci Hickox dejó el hospital de Nueva Jersey el lunes y se dirigió a su casa en el norte de Maine, donde su pareja es estudiante de enfermería en la Universidad de Maine en Fort Kent.
Funcionarios de salud de Maine anunciaron que estaría en cuarentena en su casa durante 21 días tras su posible última exposición a la enfermedad, siguiendo los protocolos sanitarios estatales.
Pero uno de los abogados de Hickox, Steve Hyman, dijo que esperaba que siguiese aislada durante «un día más o así» mientras él trabaja con funcionarios sanitarios de Maine. Añadió que cree que el estado debe seguir los consejos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades que requiere solo vigilancia, no cuarentena, para los trabajadores sanitarios que no muestren síntomas luego de tratar a pacientes con ébola.
«Es una muy buena persona que hizo un muy buen trabajo y merece ser homenajeada, no detenida, por ello», dijo.
Hickox, que se espera llegue a su casa el martes por la mañana, trabajó como voluntaria en África con Médicos Sin Fronteras. Pasó el fin de semana en una tienda de aislamiento en Nueva Jersey a pesar de no mostrar más síntomas que una temperatura ligeramente elevada de la que culpó al trato «inhumano» que había recibido en el aeropuerto internacional Liberty de Newark.
Fue la primera persona en verse afectada por la cuarentena obligatoria impuesta en Nueva Jersey para viajeros que lleguen a Newark Liberty procedentes de los tres países más afectados de África occidental – Sierra Leona, Guinea y Liberia.
Hickox dijo que nunca había tenido síntomas y que dio negativo en una evaluación preliminar para ébola. El lunes dejó Nueva Jersey en un vehículo privado.
