El líder de Emiratos Árabes Unidos hizo una visita sorpresa a Catar, que acoge el Mundial de fútbol. Era su primer viaje al país desde que lideró un boicot de cuatro países contra Doha que se prolongó varios años y marcó las relaciones regionales.
El jeque Mohammed bin Zayed Al Nahyan, que también es el gobernante de Abu Dhabi, hizo el viaje a invitación del emir que gobierna Catar, el jeque Tamim bin Hamas Al Thani, según la agencia estatal de noticias WAM.
“La visita consolida las relaciones fraternales existentes entre las dos naciones y sus pueblos”, dijo WAM en un breve informe.
Los analistas consideraron al jeque Mohammed como uno de los principales ideólogos del boicot a Catar que mantuvieron Bahréin, Egipto, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos a partir de 2017.
En el peor momento de la crisis, incluso aparecieron columnas en diarios que sugerían cavar una zanja a lo largo de la frontera de 87 kilómetros con Arabia Saudí y llenarla de residuos radiactivos. Aunque era una fanfarronada retórica, mostró el alcance de la hostilidad en la región en la disputa. El entonces gobernante de Kuwait dijo que las tensiones habían estado cerca de provocar una guerra.
Las diferencias comenzaron por la posición Catarí de apoyar a los islamistas que alcanzaron el poder en Egipto y otros lugares tras la Primavera Árabe de 2011. Mientras Catar vio su llegada como un cambio histórico en las gerontocracias que controlan Oriente Medio, otros países del Golfo Pérsico vieron las protestas como una amenaza para sus sistemas autoritarios y hereditarios.
Durante las protestas de 2011, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos enviaron tropas para ayudar a la violenta represión de manifestaciones en Bahréin.
El boicot, en el que los cuatro países cortaron sus vías de comunicación aérea y marítima con Catar, no terminó hasta enero de 2021, justo antes de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, asumiera el cargo. El boicot comenzó inmediatamente después de una visita a la región del entonces presidente Donald Trump al inicio de su mandato.
La ceremonia inaugural del Mundial, que coincidió con el encuentro de Catar y Ecuador en el primer partido, contó con la asistencia del príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, y el presidente de Egipto, Abdul Fatá el Sisi. En el palco estaba también el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, que fue una fuente vital de ayuda para Catar durante la crisis.
El mandatario de Dubái también asistió, junto con su hijo, mientras que el jeque Mohammed no acudió. Sin embargo, al día siguiente llamó al jeque Tamim y “felicitó” a Catar por celebrar el Mundial, algo que hubiera sido impensable en el peor momento de la crisis diplomática.
Fuente: AP
