Septiembre 14, 2023.-La idea moderna de democracia es muy diferente a la que existió en la antigua Grecia, a un punto tal que algunos autores piensan que debería utilizarse otro nombre para referirse a la actual forma que se ejerce el gobierno popular, en el contexto de las sociedades modernas.
Es por lo planteado precedentemente que es necesario insistir en que el concepto que sobre democracia se maneja actualmente es el que se encuentra articulado con la tradición liberal democrática.
La nueva concepción de democracia toma vigor a partir del siglo XIX, cuando se discutió sobre la posibilidad de aplicar a la sociedad de esa época los valores y formas de organización política de la Antigüedad Clásica.
La democracia moderna, para muchos autores, es el resultado de la unión de elementos liberales y la democracia, gobierno representativo y participación ciudadana, respectivamente.
El presupuesto filosófico del Estado liberal, cuando es entendido como Estado limitado en contraposición al Estado absoluto, está contenido en la doctrina de los derechos del hombre elaborada por la escuela del derecho natural o ius naturalismo que preconiza algunos derechos fundamentales, como el derecho a l vida, a la libertad, a la seguridad, a la felicidad.
Según los ius naturalistas, el Estado, o aquellos que en un momento histórico determinado detentan el poder de ejercer medidas coercitivas para obtener la obediencia de sus mandatos, debe respetar los derechos fundamentales de los individuos, no invadirlos y garantizarlos ante cualquier afrenta de conculcarlos por parte de los demás.
Apuntes históricos del Estado liberal
Históricamente, el Estado liberal nace bajo la continua y progresiva erosión del poder absoluto del rey, que vio su clímax en períodos de graves crisis que conllevaron una ruptura revolucionaria.
Estos fueron los casos de la Inglaterra revolucionaria, el regicidio de Carlos I por Oliverio Cromwell (enero de 1649), resultado de la disolución que este rey, perteneciente a la dinastía de los Estuardos, había hecho del Parlamento en 1629, porque no deseaba que limitara su poder regio. Y de Francia, con su revolución de 1789. Los referidos acontecimientos dieron paso a las grandes transformaciones de la modernidad, que se iniciaron en el siglo XVII.
Las premisas básicas del liberalismo político, como son individualismo, concepción de la política como actividad instrumental y legitimación del poder basada en el consentimiento, las encontramos en Hobbes. En cuanto al respeto de los derechos naturales y la implantación de un sistema de gobierno con leyes dirigidas a lograr el bien común, la encontramos en Locke.
Concepción de democracia de Hobbes
Hobbes, en sus opiniones políticas expresadas en su obra Leviatán, nos dice: «El Estado es una creación artificial, que nada tiene de natural, pero resulta esencial». Agregaba que los seres humanos son criaturas incansables e inestables, impulsadas en todas direcciones por sus apetitos y aversiones; que previo a existir ningún gobierno, luchaban por conservar su libertad, pero adquiriendo dominio sobre los demás. Y ambos deseos propios del instinto de conservación, las conducían a conflictos, dando paso a una guerra de todos contra todos, que hacía la existencia: “asquerosa, brutal y corta”.
Asimismo, Hobbes resalta que en un estado de naturaleza no hay propiedad, justicia ni injusticia solamente guerra, la fuerza y el engaño son, en la guerra las dos virtudes cardinales.
La legitimidad de un gobierno, para Locke, tenía su origen en el consentimiento del pueblo, que se ejercía por delegación y estaba sometido a restricciones.
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Por: Iván Gatón, profesor
