Asustados por la violencia sin precedentes en las calles y dentro de las prisiones, los ecuatorianos tienen una demanda universal para el presidente que elegirán este domingo: seguridad.
La segunda vuelta de las elecciones en Ecuador enfrenta al heredero de un imperio bananero, Daniel Noboa, contra la abogada Luisa González. Ambos tienen una experiencia de gobierno limitada y, sin duda, tendrán mucho trabajo por delante.
La elección se produce mientras más ecuatorianos se convierten en víctimas de la violencia relacionada con las drogas que estalló hace aproximadamente tres años y se intensificó en agosto, cuando un candidato presidencial, Fernando Villavicencio, terminó asesinado a plena luz del día.
La gente vigila continuamente sus espaldas y limita la frecuencia con la que salen de casa. El malestar empujó incluso a Noboa a añadir un chaleco antibalas a su vestimenta diaria.
Quien gane con mayoría simple de votos gobernará solo por 15 meses, hasta mayo de 2025, que es lo que resta del mandato del presidente Guillermo Lasso. Acortó su mandato cuando disolvió la Asamblea Nacional del país en mayo, mientras los legisladores llevaban a cabo un proceso de impeachment en su contra por supuestas irregularidades en un contrato de una empresa estatal.
Lasso, un exbanquero conservador, se enfrentó constantemente con los legisladores después de su elección en 2021. Finalmente, decidió no presentarse a las elecciones especiales.
Minutos antes de la apertura de las urnas, Lasso llamó a los ecuatorianos a realizar elecciones pacíficas y pensar en lo que es «mejor para sus hijos, sus padres y el país». Dijo que los votantes tienen la sabiduría “de desterrar la demagogia y el autoritarismo mientras miran hacia un mañana de paz y bienestar para todos”.
Añadió que el gobierno garantizará la seguridad, la transparencia y el respeto de los resultados electorales.
La estela del gobierno de Lasso en Ecuador
Bajo la dirección de Lasso, las muertes violentas se dispararon, llegando a 4.600 en 2022, la cifra más alta de la historia del país y el doble del total en 2021. La Policía Nacional contabilizó 3.568 muertes violentas en el primer semestre de 2023.
El aumento de la violencia está relacionado con el tráfico de cocaína. Los carteles mexicanos, colombianos y balcánicos echaron raíces en Ecuador. Ahora operan con la ayuda de bandas criminales locales.
El voto es obligatorio en Ecuador para las personas de 18 a 64 años. Quienes no cumplan se enfrentan a una multa de unos 45 dólares. Las urnas cerrarán a última hora de la tarde y los resultados se esperan el domingo por la noche.
«No espero mucho de esta elección», dijo el domingo a AP Julio Ricaurte, un ingeniero de 59 años, cerca de uno de los centros de votación en el norte de Quito, la capital. “Primero, porque el presidente tendrá poco tiempo para hacer cualquier cosa, y segundo porque la Asamblea (Nacional) en nuestro país es un organismo que impide gobernar a quien llega al poder”.
Las dos opciones en Ecuador
Noboa y González, ambos con breves períodos como legisladores, avanzaron a la segunda vuelta al terminar por delante de otros seis candidatos en la primera vuelta de las elecciones del 22 de agosto.
Noboa, de 35 años, es heredero de una fortuna construida con el principal cultivo de Ecuador, el banano. Su carrera política comenzó en 2021, cuando obtuvo un escaño en la Asamblea Nacional y presidió su Comisión de Desarrollo Económico. Abrió una empresa de organización de eventos cuando tenía 18 años y luego se unió a Noboa Corp. de su padre, donde ocupó puestos directivos en las industrias de transporte marítimo, logística y comercial.
Por su parte González, de 45 años, ocupó varios cargos gubernamentales durante la década de presidencia de Rafael Correa, su mentor, siendo legisladora hasta mayo. Era desconocida para la mayoría de los votantes hasta que el partido de Correa la eligió como candidata presidencial.
Al inicio de la campaña dijo que Correa sería su asesor, pero recientemente trata de distanciarse un poco en un esfuerzo por cortejar a los votantes que se oponen al expresidente.
Rosa Amaguaña, vendedora de frutas y verduras de 62 años, dijo el domingo que la seguridad “es lo primero que debe resolver” el próximo presidente.
“Tengo esperanzas de que el país cambie”, dijo Amaguaña. «Sí, se puede. El próximo presidente debe hacer algo. Incluso, algo pequeño».
