Dubái, es una ciudad de los Emiratos Árabes Unidos sinónimo de lujo, ostentosidad, progreso y desarrollo económico. Sin embargo, y a pesar de su increíble crecimiento en las últimas décadas que la convirtió en una potencia regional de Medio Oriente.
La ciudad tiene un grave problema que podría hacer que desaparezca más pronto de lo esperado y deje de existir. Y estas son las razones detrás de ello.
Los desafíos climáticos y ambientales que enfrenta Dubai
Aunque Dubai hoy es conocida como uno de los centros financieros más importantes del mundo, su futuro parece tambalear por una serie de desafíos. Entre ellos, el avance imparable del desierto que amenaza con sepultar por completo a la ciudad en unos años.
Este problema de la desertificación no es solo de esta ciudad ni de los Emiratos Árabes Unidos, realmente es una crisis global que afecta a millones de hectáreas de tierra cada año.
De acuerdo con los reportes oficiales, en Dubai, más del 56% del terreno cultivable se perdió entre 2002 y 2018. Lo que representa una pérdida significativa en un país donde el 80% del territorio ya es desierto.
Además, esta situación influida por agentes climáticos y ambientales, también se ve afectada por el aumento de la población y los sistemas de consumo de alimentos. Pues a medida que la demanda de recursos naturales aumenta, la degradación de la tierra y la desertificación se vuelven cada vez más complejos de sortear. Poniendo en peligro la sostenibilidad ambiental y la seguridad alimentaria de la región.
Las inundaciones recientes y la siembra de nubes
Otro de los factores que ha traído de nuevo el tema de conversación sobre el riesgo de que Dubai podría desaparecer, fueron las impresionantes lluvias que afectaron a Dubai el pasado martes 16 de abril. Que mucho se ha cuestionado si fueron producto de su revolucionario sistema de siembra de nubes.
Ya que en tan solo horas, la ciudad reportó más lluvias de las que suelen haber en todo un año. Las calles se convirtieron en ríos, el aeropuerto cerró temporalmente y numerosos negocios sufrieron daños por el agua. Lo que ha despertado grandes preocupaciones sobre el futuro de la ciudad.
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En general, la Península Arábiga ha experimentado un impacto significativo de los efectos del cambio climático con eventos extremos que han sacudido a la región en los últimos años. Las lluvias torrenciales que la azotaron en los últimos días son un claro ejemplo de ello.
Es por eso que los expertos en cambio climático advierten que estos eventos pueden volverse más comunes en el futuro. Lo que representa un riesgo aún mayor para Dubai y el peligro de desaparecer cada vez más rápido.
Pero uno de los puntos a favor que tiene Dubai para sortear estos desafíos y poder salir a flote, es su próspera y solvente economía. Ya que esto les permite tener los recursos suficientes para encontrar soluciones innovadoras que ayuden a preservar su ecosistema y asegurar un futuro sostenible para la ciudad.
Como parte de estos esfuerzos, el Gobierno se ha comprometido con la financiación de proyectos para combatir la desertificación y promover prácticas agrícolas sostenibles.
Mientras el futuro de Dubai está en juego, la esperanza de que esta emergente y próspera ciudad de los Emiratos Árabes Unidos no desaparezca sigue siendo una de las principales motivaciones.
