A dos años y siete meses de iniciada la pandemia del COVID-19, China no baja la guardia y mantiene una estricta vigilancia para evitar contagios por la enfermedad.
Rafael Lara se encuentra en la ciudad de Shanghái y cuenta que quienes llegan al país asiático deben permanecer 10 días en cuarentena.
China fue uno de los primeros países del mundo en obtener la vacuna y retornar a las actividades normales tras la cuarentena por la pandemia del COVID-19.
Pero aún el país mantiene una estricta vigilancia para que se cumplan las medidas a fin de evitar rebrotes de la enfermedad.
Quienes llegan a China deben presentar registros en su plataforma digital mediante códigos QR, de que se ha practicado dos pruebas PCR y resultado negativo en las últimas 48 horas.
Asimismo, los reciben en los aeropuertos por personal protegido con equipos de bioseguridad; en un espacio destinado para que se le practique una prueba PCR.
Culminado este proceso afuera esperan autobuses para conducir a los recién llegados a los cómodos lugares donde deberán esperar 10 días de cuarentena.
Es obligatorio la utilización de mascarillas para estar en reuniones, transporte público y otros lugares que implique juntarse con personas.
En las calles la ciudadanía es disciplinada y se le observa transitar con sus mascarillas, muchos incluso dentro de sus vehículos privados.
Las medidas surten efecto, pues según un informe de la Comisión Nacional de Salud publicado en el periódico Xinhua de Beijing; la parte continental de China reportó 49 nuevos casos confirmados de transmisión local de COVID-19.
Lara se encuentra en la ciudad de Shanghái, donde lleva cuatro días de cuarentena, pero participa de manera virtual en conferencias; como parte del programa de capacitación dirigido a periodistas de Latinoamérica y el Caribe.
Enviado por CDN canal 37, Rafael Lara es el único representante de República Dominicana en el evento, con el auspicio de la Embajada China en el país.
