Una bebé de padres dominicanos de apenas 10 meses de edad acaba de graduarse, pero no de una escuela o universidad, sino de la vida misma. Vestida con una toga y birrete amarillo, la bebé Anyelis Beras nació del tamaño de una zanahoria con un peso de una libra y tres onzas y, gracias a sus padres y un equipo médico, logró salir victoriosa del hospital.
La bebé salió del Children’s National Hospital de Maryland vestida con una toga y un birrete amarillo, en un carrito de bebé decorado por sus enfermeras, quienes cuidaron de ella junto a su madre en el hospital y celebraron su vida cada mes tomándole fotografías.
«Ella nació del tamaño de una zanahoria con un peso de una libra y tres onzas, muy frágil con la piel de un rojo transparente», cuenta su madre Odessa Bernal-Beras. Ahora, la bebé pesa 15 libras y sonríe a plenitud.
La batalla de los padres dominicanos
Anelys nació el 20 de abril de 2022 en el Holy Cross Hospital de Maryland, donde su madre había estado hospitalizada durante varias semanas. Con ayuda de su esposo, Aneurys Beras, estos padres dominicanos libraron una batalla para mantener a la pequeña con vida.
La bebé permaneció cinco semanas en el hospital, en una cuna que simulaba el vientre materno. Mientras, un equipo médico hacía todo lo posible para mantenerla con vida. Después la trasladaron al Children’s National Hospital con problemas intestinales, donde fue intervenida tres veces en los intestinos y dos veces en los ojos.
Después de la última cirugía, la bebé duró dos meses sedada por la hinchazón. Pero en diciembre pasado ya respiraba sin aparatos, solo con oxígeno, del que aún le suministran en muy baja dosis y podrían retirárselo próximamente.
Durante las seis semanas de licencia posnatal, Odessa permanecía hasta 18 horas al lado de su bebé. Cuando se integró a sus labores, que era en el hospital donde estaba ingresada su hija, le permitieron el teletrabajo.
Esfuerzo y victoria
Para alimentar a Anelys, se extraía leche cada tres horas, la cual se almacenaba en un banco de leche. A pesar de una intervención quirúrgica de emergencia que le impidió seguir extrayéndose leche en diciembre pasado, aún tiene reservas y así alimenta a su hija.
Si Anelys hubiera nacido a las 39 semanas, en la actualidad tendría siete meses, por lo que los médicos entienden que su comportamiento es de esa edad, aproximadamente.
«Ella ya está probando compotas y otros alimentos. Hace esfuerzos por levantar el pecho», dice Odessa, quien está confiada en Dios de que su niña seguirá avanzando y tendrá un crecimiento normal.
