Las dudas e interrogantes sobre la fuga del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán continúan a pesar de las explicaciones que el Gobierno mexicano dio esta semana sobre cómo logró escaparse por segunda vez de una cárcel de máxima seguridad.
El relato oficial de la fuga indica que Guzmán se escabulló por un agujero cavado en el suelo de la ducha de su celda y que las cámaras de vigilancia de 24 horas no lo captaron porque en esa zona hay un “punto ciego”.
Sin embargo expertos en seguridad y conocedores de las instalaciones del penal, como el general Jorge Carrillo, han expresado sus dudas sobre esa versión oficial.
A mediados de la década de los 80, el general Carrillo participó en el diseño del penal de máxima seguridad El Altiplano, en donde era retenido “El Chapo”, por eso abundan las dudas sobre la fuga del pasado 11 de julio.
“Intimidad”
El Gobierno asegura que la cámara instalada en la celda que ocupaba Guzmán, en el área más vigilada del penal, tenía “dos puntos ciegos” por razones de “intimidad”, uno en la ducha y el otro en la letrina.
Así es como en el vadeo difundido al público no se puede ver el momento de salida de Guzmán por el hueco de debajo de la ducha.
Sin embargo a Carrillo le parece “extraño” el argumento de la “intimidad”, pues recuerda que los puntos ciegos de la cámara “no estaban en el diseño” del penal.
«Los espacios de intimidad (de los presos), los más extremos y desagradables, estaban cubiertos» por las cámaras de seguridad, asegura.
El general no sabe cuándo cambió esa regla, pero si asegura que durante varios años «no había instante en la vida del recluso, fuera el que fuera, que no estuviera siendo grabada» por alguna de las 750 cámaras de la cárcel.
“El principio de no permanencia”
Autoridades del penal dijeron a una agencia de noticias que “El Chapo” ocupó la misma celda desde que fuera capturado en febrero de 2014, la última del pasillo de los más vigilados.
«Los protocolos de la vida interna del penal tampoco se cumplieron, uno de ellos es que la ubicación de un recluso en una celda es aleatoria y no permanente», asegura Carrillo.
El Túnel
Del hoyo bajo la ducha se dice que Guzmán accedió a un túnel de unos 1.5 km de longitud, que tiene sistemas de ventilación e iluminación y desemboca en un aislado inmueble a las afueras del penal.
Se calcula que la construcción de este túnel tomó meses y expertos dicen que requirió la extracción de más de 3.000 toneladas de tierra.
Pero los censores de humo y de ruido del penal pudieron haber detectado la construcción del túnel y la actividad del generador que proveía la electricidad. «A través del túnel pasan todos los sonidos, los ecos», dice Carrillo.
Construcciones sospechosas
La prisión El Altiplano fue construida en el municipio de Almoloya de Juárez a 90 km de Ciudad de México porque “allí no había nada”, recuerda el general.
En ese entonces se estableció un polígono a su alrededor de 2km “donde no podía haber nada” pero con los años las autoridades violaron el principio de la “no ocupación de ese espacio”.
Hoy hay viviendas a menos de 200 metros de la entrada principal, además está en construcción una enorme obra hidráulica que bordea uno de los costados del penal, justo el que está en dirección a la bodega donde acaba el túnel.
Enormes montañas de tierra de esa obra permanecen recargadas en los muros del penal a una altura que casi los tapa. Los residentes del lugar dicen que la obra lleva alrededor de un año y una fuente de la fiscalía informó que todo eso está siendo investigado.
Carrillo señala su preocupación por esa obra, indicando que esas excavaciones pudieron haber opacado el ruido de la construcción del túnel.
El General finaliza asegurando que esta fuga es evidencia de que «el sistema de seguridad y de justicia está en quiebra».
