Ninguna novela donde muere la protagonista es buena, y si sucede en la vida real, menos. Mónica Spear tuvo un final trágico. Ni el mundo, ni ella, se lo esperaban. Hizo “el viaje de sus sueños” con su esposo y su hija por toda Venezuela y cuando regresaba del periplo, el 06 de enero del 2013, un fatídico incidente con su vehículo la condujo a la tragedia.
Varios jóvenes, aprovecharon que Spear y Thomas Berry estaban accidentados en la oscura vía que comunica a Valencia con Puerto Cabello, para asaltarlos y asesinarlos. Su pequeña Maya de 5 años salvó su vida milagrosamente en el tiroteo. Le quitaron todo, incluyendo la posibilidad de consolidar una familia, un futuro promisorio como actriz y como madre.
La reina de belleza se había reconciliado con su pareja. Quiso tener un recuerdo con su hija en los pasajes más hermosos de Venezuela, antes de llevársela a estudiar en Estados Unidos. Hoy la niña está con sus abuelos en Florida, tratando de superar la irreparable pérdida.
Spear era conocida en la pantalla chica a nivel internacional por protagonizar novelas como Mi Prima Ciela, Pasión Prohibida y La mujer Perfecta.
Sus verdugos no pasaban de los 21 años, incluso dos de ellos eran menores de edad. Todos recibieron condena. La justicia les permitirá salir siendo aún muy jóvenes. Quien haló el gatillo contra la indefensa modelo logró escapar por año y medio pero también fue atrapado y juzgado. Dijo que no se arrepiente.
Esta fue una de esas historias donde nadie gana y todos pierden.
