El primer ministro turco, Binali Yildirim, denunció este viernes un «intento» de golpe de estado por parte de un grupo dentro del ejército, poco después de que los dos puentes que cruzan el estrecho del Bósforo en Estambul fueran cerrados, en tanto aviones militares sobrevolaban Ankara a baja altura.
«Quienes formen parte de estos actos ilegales van a pagar el más alto precio», dijo Binali Yildirim al canal de televisión NTV.
Añadió que «hay probabilidad de un levantamiento militar», descartando que la asonada pueda tener éxito.
«Se trata de un grupo dentro del Ejército que se ha alzado», dijo el jefe de gobierno, quien admitió que esos militares habían «rodeado algunos edificios importantes».
La agencia turca Dogan señaló que numerosas ambulancias habían acudido al cuartel central del Estado Mayor donde según testigos se habían oído tiroteos.
Según un diario digital turco, el edificio donde se halla el centro de los servicios secretos turcos había sido tiroteado desde un helicóptero.
Un gran contingente de policía se ha desplegado en Ankara y ha cerrado los accesos a la céntrica plaza de Kizilay.
Hay tanques desplegados en alrededores del aeropuerto Ataturk de Estambul.
Según informaron medios locales, el presidente Recep Tayyip Erdogan se encuentra a salvo. Así mismo, hizo un llamado a los turcos a salir a las calles.
