«Se les imputa el financiamiento de parte de Odebrecht para la campaña presidencial del 2011, y eso en Perú no es un delito penal»

«No estamos muertos», dijo el exmandatario de Perú, Ollanta Humala,al recuperar su libertad luego de estar preso por nueve meses en la cárcel especial para expresidentes, ubicada al este de Lima, en el fundo Barbadillo.

«Lo que no te mata te hace más fuerte. En los partidos que quieren hacer historia tienen que pasar por una etapa de martirologio, porque es la única manera de poder trascender», dijo.

Humala fue liberado junto a su esposa Nadine Heredia tras nueve meses de prisión por supuestamente haber recibido tres millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht en la campaña presidencial del 2011.

Tras abandonar la prisión, Humala se dirigió al local del partido nacionalista que preside, donde mantuvo una reunión con sus seguidores y les agradeció su trabajo como militantes al tiempo que anunció una política sobre presos en el próximo plan de gobierno de su partido, «porque sus familias se fracturan cuando se detienen sin distinguir los derechos de los niños».

Hasta ahora, la Fiscalía peruana no ha presentado aún la denuncia contra Humala y Heredia, porque en el país andino no es delito recibir dinero de empresas en época de campaña electoral.

«Es un acto de justicia», dijo el exprimer ministro del gobierno de Humala, Pedro Cateriano. «La detención preventiva de los Humala era un hecho arbitrario que vulneró la presunción de inocencia, el debido proceso y el derecho de defensa; y eso lo corrigió hoy el Tribunal Constitucional», añadió.

«Se les imputa el financiamiento de parte de Odebrecht para la campaña presidencial del 2011, y eso en Perú no es un delito penal; es por ello que hasta ahora la Fiscalía no pudo presentar una acusación fiscal contra ellos», refirió Cateriano, al tiempo que agregó que depende de Keiko Fujimori, quien dirige la mayoría parlamentaria formular una ley que declare ilegal recibir financiamiento durante las elecciones.