El 33% de los altos oficiales fueron separados de la policía de Honduras en la primera fase del proceso iniciado en abril para excluir de la institución a los miembros vinculados con el crimen organizado, anunció este miércoles la comisión depuradora.
En cuatro meses de trabajo, se «ha evaluado a 946 uniformados, de los cuales 313 han sido separados de sus funciones, lo que representa el 33% del total», afirmó la Comisión Especial para la Depuración y Transformación de la Policía, que rindió este miércoles el primer informe trimestral al Congreso.
En la segunda fase, que se inicia en las próximas semanas, serán evaluados más de 10.000 agentes de la llamada escala básica, añade el informe.
La comisión, integrada por tres miembros de la sociedad civil y el ministro de Seguridad, Julián Pacheco, fue nombrada en abril por el presidente Juan Orlando Hernández luego de que el Congreso declaró una «emergencia en seguridad».
La emergencia fue decretada después de que medios de comunicación dieran a conocer un supuesto informe del Ministerio de Seguridad que responsabilizó a la cúpula policial de mandar a asesinar al zar antidrogas Arístides González en 2009 y al asesor de Seguridad Alfredo Landaverde en 2011, por encargo de un capo de la droga.
