PUERTO PRÍNCIPE, Haití. El dos veces derrocado presidente haitiano Jean-Bertrand Aristide instó el miércoles a miles de partidarios reunidos afuera de su casa a votar por una candidata presidencial de la facción política que él fundó hace años.
Partidarios del movimiento Fanmi Lavalas cantaron y agitaron fotografías de Aristide después de viajar a su casa en Tabarre, suburbio de Puerto Príncipe, después de un mitin de campaña realizado a kilómetros de distancia por la candidata presidencial del partido.
Al inicio de la tarde, Aristide apareció afuera de su casa con la candidata y jefa del partido Lavalas, Maryse Narcisse, para hablar ante una multitud festiva. De pie en la parte posterior de una camioneta pickup acompañado de Narcisse, Aristide hizo un llamado a sus partidarios para que aseguraran que la líder del partido gane la elección presidencial de este año, cuya primera ronda será el 25 de octubre.
«Todo tienen que mantenerse unidos por Maryse Narcisse para que ingrese al Palacio Nacional como presidenta», dijo Aristide a través de un micrófono durante su discurso de aproximadamente siete minutos, motivando fuertes ovaciones y aplausos.
Sonaba música con gran estruendo desde altavoces mientras entusiastas adeptos daban empellones para poder ver al carismático expresidente afuera de la casa donde ha vivido tranquilamente desde que regresó a Haití en 2011. La gente entonaba que Aristide —quien sostuvo a su regreso al país que no se involucraría en política— era su «rey».
«Estoy aquí porque lo amo y espero que el partido Lavalas que él inició pueda regresar al poder con estas elecciones», dijo el peón desempleado Jean Robert, una de varios miles de personas que caminaron durante aproximadamente una hora y media bajo observación de la policía para reunirse afuera de la amurallada propiedad de Aristide.
Aristide sigue siendo una figura popular polarizadora más de una década después que huyó del país en un avión estadounidense en febrero de 2004 entre una rebelión violenta que originó su segundo derrocamiento. Se ha mantenido mayormente silencioso en la casa de su familia desde que regresó a Haití en 2011 después de años de exilio en Sudáfrica.
