Un error del conductor, por la mala señalización de la carretera, provocó el accidente de autobús que costó la vida a 44 personas en Bulgaria.
La mayoría de las víctimas mortales eran ciudadanos de Macedonia del Norte que regresaban a su país tras una excursión a Estambul.
También indicaron que son ocho los pasajeros que sobrevivieron, aunque uno de ellos está desaparecido y su paradero es «un misterio».
La Fiscalía señaló que en el control fronterizo se registró la entrada de 52 ocupantes, entre ellos 44 fallecieron, siete están hospitalizados y uno desaparecido.
En esa primera evaluación se descartó que el vehículo transportara de forma ilegal botellas con combustible, una versión que circuló por algunos medios locales.
Aunque los cuerpos quedaron calcinados, la autopsia mostró trazas de hollín en los pulmones, señalando que la causa de la muerte fue la asfixia.
El accidente se produjo cuando el vehículo chocó con una barrera que separa la carretera principal de un carril de servicio que conduce a una zona de descanso.
Expertos señalan que en el tramo de carretera donde se produjo el accidente faltan señales de tráfico y las que hay están mal colocadas y pueden provocar confusión.
