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UNICEF: “El embarazo en adolescentes no es un problema de mujeres. Es un problema de la niñez”

embarazadas (Fuente externa)

Ante el notorio incremento en los casos de niñas con edades entre los 11 y 15 años, embarazadas o parturientas, que tuvieron durante el año pasado los dos principales hospitales de maternidad de la capital donde en conjunto se registraron 367 nacimientos en jovencitas con ese rango de edad1, María Jesús Conde representante residente de UNICEF en la República Dominicana, señala que cada vez se hace más necesario trabajar el problema del embarazo en adolescentes desde la perspectiva de la niñez.

Conde reconoce que existe una mayor sensibilización en el país, y los medios de comunicación informan a diario sobre el problema de embarazo en adolescentes y las autoridades han comenzado a actuar, pero hace falta enfoque y mejorar la coordinación.

“Hemos visto en los últimos días que se ha depositado en Ministerio de la Mujer el liderazgo para promover la implementación del Plan de Prevención de Embarazo en Adolescentes y está muy bien que haya un ministerio que lo asuma. Sin embargo, el problema del embarazo en adolescentes no es un problema de mujeres solamente, es un problema que afecta a las niñas y que debe abordarse desde las políticas públicas en favor de los menores de 18 años. Sería bueno que instituciones como el Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia y el Ministerio de Educación tuvieran también un rol de liderazgo, por ser quienes tienen la rectoría de las políticas de infancia, y quienes tienen el mandato de garantizar el derecho a la educación. Para combatir el embarazo en las niñas, se necesita el conocimiento de organizaciones especializadas en la infancia”.

Para la representante de UNICEF, el embarazo en adolescentes está muy asociado a la pobreza y a la falta de educación y significa que para una adolescente que no tiene un futuro trazado y no ve oportunidades de vida más allá de la maternidad, empezar cuanto antes con esto puede ser, a su juicio, una forma de aliviar sus carencias económicas.

“Evidentemente es una trampa y tenemos que ayudar a las niñas a que no caigan en ella. Es obligación de las instituciones públicas orientarlas, empoderarlas y ayudarles a encaminar su vida hacia una carrera o una formación técnica que les permita encontrar un empleo a futuro y a tener un proyecto de vida, más allá de la maternidad”. También es necesario que la justicia actúe con eficacia para perseguir y sancionar a los adultos que dejan embarazadas a las niñas.

Conde considera que la educación sexual integral debe comenzar desde la primaria, de allí que desde hace tres años, UNICEF ha estado prestando apoyo a una mesa técnica liderada por el Ministerio de Educación, sobre el Programa de Educación Afectivo Sexual, aunque piensa que ha habido pocos avances, por razones de “creencias y temores” “Cuando hablamos de educación sexual integral, estamos hablando de la información que necesitan tener niños y niñas, con el lenguaje adecuado en función de su edad, para protegerse no solamente del embarazo, sino de infecciones de transmisión sexual, abusos y cualquier tipo de agresión sexual que pueda haber en su entorno. Ojalá que con el Pacto por la Educación, ahora que se está hablando de educación de calidad, pueda cambiar la óptica sobre el tema de educación sexual integral en las escuelas e incluirse en el currículo. El país no puede perder esta oportunidad porque no solo quedarían afectados los derechos humanos de la niñez sino el desarrollo de la justicia social.

Autor: Carolina Acuña/ Boletín Empóderate de Profamilia

 

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