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Por qué los padres actuales viven la crianza con tanta presión

Por qué los padres actuales viven la crianza con tanta presión

Desde el momento en que una pareja decide tener un hijo y emprende la búsqueda del embarazo comienzan las comparaciones, las presiones y los “ideales” de cómo se supone que debiera ocurrir, en cuánto tiempo, y de qué manera.

Habrá parejas que comparten más el tema con la familia y los amigos y por ende habilita en cierto modo a que éstos opinen e indefectiblemente ejerzan más o menos presiones pero hasta en aquellas que deciden encarar la búsqueda en la intimidad de la relación se “cuelan” los prejuicios de lo que se supone que debe ocurrir.

La maternidad y la paternidad son vividas desde los inicios con presión, a favor o en contra de mandatos pero casi siempre con estos en mente.

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Para comenzar a ahondar al respecto, la doctora en Psicología María Roca, explicó que “los estereotipos son construcciones culturales creadas en torno a una categoría o grupo humano que se basan en generalizaciones, que pueden ser simplificadas o exageradas de la realidad”.

“Para comprender cómo funcionan hay que entender que el cerebro humano, para actuar de manera eficiente en un mundo muy complejo, tiene una tendencia a organizar la información en categorías a las cuales les atribuye determinadas características”, ahondó la directora de Ineco Organizaciones e investigadora independiente del Conicet en temas de Neurociencias y Neuropsicología.

Para la licenciada en Psicología Patricia Martínez, “se parte de la base de que los estereotipos son construcciones culturales en torno a un grupo humano, que se basan en generalizaciones, prejuicios, mitologías, percepciones, y tienen mucho que ver con la moral de la época”.

La crianza sometida a estereotipos

En la mirada de la especialista del Departamento de Crianza y Orientación a padres de Halitus Instituto Médico, “desde este lugar, la crianza va a estar sometida a estereotipos que tienen que ver con el concepto de familia de una época. Si se piensa en una familia tradicional, formada por un papá, una mamá con hijos, ese estereotipo y las presiones que ejercen va a estar ligado a esto”.

“Por supuesto que los estereotipos pesan mucho sobre la crianza, entonces si partimos de esa familia nuclear, y no tiene ese formato la propia, eso va a ser una gran presión sostuvo. Cuando uno trabaja con familias, se da cuenta cuán diferentes son los estereotipos en cada grupo cultural, o en distintos lugares geográficos; no es lo mismo una familia de una comunidad pequeña a una familia de una ciudad cosmopolita”.

Según la licenciada en Psicología Lorena Ruda, “en general hay dos estereotipos que predominan; los afines de lo que se llama la crianza respetuosa y los afines a lo que serían los métodos más rígidos”. “A veces simplemente criamos como nos criaron, no todo el mundo puede preguntarse sobre estos temas y simplemente crían. Con lo que tienen, sin reflexionar tanto analizó.

“Hay tantas formas de criar como padres existan, y el proceso sería justamente lograr bajarse del mandato de perfección, tener el duelo por estos ideales y heridas narcisistas que tenemos permanentemente en la crianza, y criar del modo que más cómodos nos sintamos”, observó.

– ¿Qué cree que lleva a muchos padres a pretender ser “perfectos” en lo que respecta a la crianza de sus hijos? ¿De dónde surgen esas presiones?

La crianza como rol fundamental

En la mayoría de los padres y madres, su rol de crianza es fundamental e intentar hacer bien algo que consideramos importante suele ser una norma (Getty)
En la mayoría de los padres y madres, su rol de crianza es fundamental e intentar hacer bien. algo que consideramos importante suele ser una norma (Getty)

– Roca: En la mayoría de los padres y madres, su rol de crianza es fundamental e intentar hacer bien algo que consideramos importante suele ser una norma. Más allá de esto, es cierto que las responsabilidades atribuidas a los padres y madre han ido ampliándose a lo largo de la historia alcanzando no sólo la responsabilidad de su salud física sino también su salud emocional y cognitiva.

– Martínez: Los padres de hoy, y desde hace bastante tiempo, vienen muy marcados por el tema de la exigencia. Pero hay que diferenciar dos cuestiones: por un lado, las crianzas exigentes con los hijos y con los padres, y por otro lado, las crianzas sometidas a la exigencia con repercusión culposa sobre los padres.

Los padres se frustran porque los chicos no consiguen los logros que se supone que tienen que conseguir, y esto deprime, frustra y recarga.

Para resumir: está buenísimo que circulen modelos de crianza, no es que estoy en contra, pero son modelos que tienen que estar en el horizonte, que a uno le permita tomar elementos. Por ejemplo, en (el método) Montessori apuntar a la autonomía e independencia del niño, a diferencia de lo que eran las crianzas hace 50 años atrás. Pero no podemos hacer de eso una relación.

Los modelos son modelos, son cuestiones hacia las cuales uno puede circular, tender, moverse, pero no son mandatos. Siempre lo más importante es lo que uno puede observar de su hijo y cómo puede ayudarlo en la singularidad de cada una de las crianzas.

Crianza: Búsqueda de perfección, de la mano con la necesidad narcisista

Todo el universo de la crianza está atravesado por la mirada externa (Getty)
Todo el universo de la crianza está atravesado por la mirada externa (Getty)

– Ruda: La búsqueda de perfección en la crianza va de la mano de una necesidad narcisista en la que los hijos son el espejo de lo que esos padres hacen sintiendo casi como propios los logros o progresos de esos hijos, así como también cuando algo propio de cada hijo se sale de lo esperado, nos interpela como mostrándonos la falta, el “error”.

“Hace mucho tiempo que la psicología estudia la influencia de los demás en nuestros pensamientos, emociones y decisiones”, aportó Roca.

– ¿Qué rol cumplen las redes sociales donde suelen verse familias “ideales” que mucho distan de la vida real?

Roca: Si bien es innegable que las nuevas tecnologías y las redes sociales permiten nuevas formas de interacción y son un gran canal de comunicación, lo cierto es que también transmiten “ideales” que en la mayoría de los casos son muy difíciles de alcanzar.

– Ruda: Las redes son expertas en hacernos de interlocutor. Todos mostrando el mundo ideal de la familia tipo donde no reparamos en que esa foto es un instante de un mundo particular en el que seguro también pasan otras cosas.

El mandato de perfección es tan frecuente como frustrante. Muchas personas tienen dificultades en aceptar al hijo real versus al hijo ideal, el que completa nuestro narcisismo. Ese ideal de hijo que está al menos un poco lejos del hijo real interpelándonos sobre nuestros modos de criar. En el mejor de los casos de estas preguntas podemos hacer una crianza más sana y real, entendiendo que somos imperfectos y criando tan imperfectamente como somos.

Lo duro y doloroso del proceso

“El mandato de la buena madre que espera como única posibilidad a la madre que tiene un parto natural, una lactancia exitosa, hijos que duermen de noche" (Getty)
“El mandato de la buena madre que espera como única posibilidad a la madre que tiene un parto natural. (Getty)

Ese proceso a veces es duro y doloroso pero a su vez genera alivio. Sostener el título de “la mamá o el papá o la familia perfecta” es muy difícil.

Como se vio “estar a la altura” muchas veces lleva a las madres y a los padres a hacer esfuerzos enormes por alcanzar un ideal que no existe. “No hay recetas, no hay únicos modos, no hay un ‘esto funciona igual para todos los hijos’. Las madres y padres vamos aprendiendo sobre la marcha y equivocarse es parte del camino”, reflexionó Ruda.

Y sobre todo, no dejando lugar para la culpa, sabiendo que en el camino vale recalcular, y teniendo en claro que cada persona es única y no existe un tiempo esperado para un proceso en particular. Amigándose con la mamá y el papá que cada uno es, con todo lo que eso implica. Es por ahí.

Fuente: Infobae

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