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¿Normalización del acoso sexual en RD?

Con frecuencia, en nuestra sociedad los niños, niñas y adolescentes sufren acoso sexual en los centros educativos, en las familias y en las comunidades. La vulnerabilidad frente al acoso aumenta sobre todo para las niñas y las adolescentes, donde se refuerza el miedo y la subordinación femenina, por los estereotipos machistas y la desigualdad de género.

 

Generalmente, el acoso sexual se manifiesta con comentarios e insinuaciones sobre:

 

  • El aspecto de la persona.
  • Las partes de su cuerpo.
  • Su orientación sexual.
  • O comentarios y piropos de carácter sexual.

En nuestra cultura, el acoso sexual pasa desapercibido, ya que las niñas y las adolescentes crecen y socializan aceptando como normal las distintas formas de acoso sexual disfrazadas de: piropos, chistes, relajo y consejos. Desde pequeñas, aprenden a tener miedo al sexo masculino y a que no deben enfrentarlo, sino callar y aceptar. Uno de los contenidos de acoso sexual más frecuente son los piropos y el “roce” de los hombres hacia las mujeres.

De acuerdo a una encuesta realizada a través de rexpuestas.com, al 52% de las mujeres encuestadas le molestan los piropos, pero solo los desagradables; al 24% le molestan porque siente que invade su privacidad; al 14% le da lo mismo; frente al 10% que no le molestan los piropos, porque entiende que si lo hacen es porque la ven linda.

Este es uno de los principales problemas, que la sociedad enseña a aceptar los piropos y verlos como halagos, haciendo que pasen desapercibidos y que las mujeres no lo entiendan como una agresión sexual.

A pesar de que muchas mujeres se sienten bien con los piropos que le dicen en la calle, porque mejora su autoestima, porque las hace sentir lindas e importantes, esto depende de la connotación del halago, porque no es lo mismo un piropo con una expresión positiva y respetuosa hacia su persona, a que la violen con la mirada, le silben, le digan una expresión morbosa y vulgar.

El acoso y abuso sexual en niños, niñas y adolescentes es considerado la forma de violencia sexual más común, ya que la mayoría de estos permanecen callados y NO delatan a su agresor, porque temen que los culpabilicen, que NO les crean o porque sencillamente NO saben como hacerlo o NO identifican que están siendo violados.

Es necesario que como sociedad se superen las barreras que pretenden normalizar el acoso sexual, y que se eduque a los niños, niñas y adolescentes en materia sexual para que puedan proteger y conocer sus derechos y su cuerpo.

El acoso sexual es un delito porque afecta la dignidad de las personas, por lo que es de suma importancia que desde temprano se les brinde las herramientas necesarias a los niños, niñas y adolescentes, para que se puedan defender y puedan buscar ayuda ante esta situación.

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