Considerado como “el padre de la Turquía moderna”, a Mustafa Kemal Ataturk muchos también lo recuerdan como uno de los impulsores de los abusos contra las minorías en el extinto Imperio Otomano, también conocido como Imperio Turco.
Pese a las opiniones encontradas, existe consenso en que Atatürk fue una de las figuras políticas más importantes del siglo XX.
Por su relevancia histórica, la capital de la República Dominicana ha nombrado una de sus vías de comunicación terrestre en su honor.
Esta calle conecta desde la avenida Tiradentes hasta la Ortega y Gasset. Pasa por el sector Naco y atraviesa las calles Luis Schéker y Luis Alberti.
Historiadores cuentan que Mustafa Kemal Ataturk logró mantenerse en la presidencia de Turquía durante 15 años con una alta popularidad. Tratando de determinar cuál sería el nuevo rol del país tras la caída del Imperio Otomano. Su partición comenzó en 1918 como consecuencia de la Primera Guerra Mundial.
Nació en Salónica en 1881, cuando esta ciudad griega formaba parte del antiguo Estado otomano gobernado por la dinastía osmanlí, Atatürk pertenecía a una generación de militares preocupados por el rumbo que tomaba el imperio.
Mustafá Kemal se consagró como general de renombre que permitió la victoria turca en la batalla de Galípoli. Años después, tras la derrota del Imperio otomano y la ocupación de Constantinopla entre 1918 y 1923 a manos de la Entente y la partición del Imperio otomano, Mustafá Kemal encabezó el Movimiento Nacional turco, que desembocaría en la Guerra de Independencia turca o Kurtuluş Savaşı —«Guerra de Liberación»—. Sus brillantes campañas militares condujeron a la liberación del país y al establecimiento de la República de Turquía. Como primer presidente de la República, Mustafá Kemal impuso una serie de reformas de gran alcance para crear un Estado moderno, democrático y laico.
