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Encuentran el rastro de un continente perdido en el Océano Índico

Su origen está en un continente perdido situado bajo la isla y llamado Mauritia, tal como han explicado los investigadores, de la Universidad Witwatersrand (Sudáfrica), en un comunicado.

En algunas de las rocas de la paradisiaca isla de Mauricio, hogar de la república del mismo nombre, pueden encontrarse unos pequeños fragmentos de mineral que tienen hasta unos 3.000 millones años de antigüedad.

Esto no tendría por qué ser llamativo, si no fuera porque la joven isla, de origen volcánico, apenas tiene una edad de entre siete y diez millones de años. Entonces, ¿de dónde han venido esos pedazos de rocas tan extraordinariamente antiguos?

Su origen está en un continente perdido situado bajo la isla y llamado Mauritia, tal como han explicado los investigadores, de la Universidad Witwatersrand (Sudáfrica), en un comunicado. Sus conclusiones han sido publicadas este martes en la revista Nature Communications, y según ellas estos fragmentos son la prueba de la presencia de una antigua placa continental bajo la isla.

No se descubre un nuevo pedazo de continente todos los días”, ha dicho a ABC Lewis Ashwal, primer autor del estudio. Cree que los pequeños rastros del continente perdido que han hallado facilitarán entender mejor el pasado geológico del planeta:

Nuestro descubrimiento de este fragmento continental bajo un volcán mucho más joven en el Océano Índico nos permite entender mucho mejor los procesos a través de los cuales las entidades continentales, como Gondwana, se rompen a causa de la tectónica de placas. Además, nuestro trabajo muestra que la ruptura continental puede ser muy compleja y bastante embarullada”.

Tal como han propuesto los investigadores, los continentes no siempre se rompen limpiamente. A veces pueden quedar despezadados en fragmentos de muchos tamaños, que luego pueden quedar sumergidos sobre las placas oceánicas.

En el caso de Mauritia, los investigadores creen que este pedazo de corteza quedó enterrado por la lava y las rocas volcánicas que comenzaron a aparecer hace unos nueve millones de años. Por eso han sugerido que hoy en día Mauritia descansa a unos cinco o diez kilómetros de profundidad: totalmente despedazada e inaccesible.

Pero, ¿cuál es el interés de comprender este tipo de fenómenos? La respuesta es que, para comprender la historia geológica del planeta, es necesario comprender cómo evolucionaron en el pasado la corteza oceánica, formada más recientemente, y la continental, mucho más antigua. Y en especial sobre los puntos calientes, esas zonas donde nacen las islas volcánicas.

 “La Tierra está formada por dos partes: los continentes, que son antiguos, y los océanos, que son más jóvenes. Sobre los continentes encuentras rocas de 4.000 millones de años, pero no hay nada parecido a eso en los océanos, que son el lugar donde se forman las nuevas rocas”, ha explicado Ashwal.

Fuente: Noticias 24

Más contenido por Rosa Reyes

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