Una duda frecuente, que varía según los tipos de cabello y también hay que decirlo de «las modas» o las tendencias que se imponen en cada momento.
Y es que si bien hasta hace poco tiempo dominaba la idea de que el cabello no debía lavarse todos los días si no cada dos o tres, ahora se sostiene cada vez con mayor frecuencia que en realidad lo más saludable es hacerlo de manera cotidiana.
¿Cómo deberíamos proceder en pos de la salud y la belleza del pelo? ¿Puede un lavado diario afectarlo? ¿Hay una máxima que englobe a todos los tipos de cabello?
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Pros del lavado diario
Una especialista que desde sus redes repite reiteradamente los argumentos según los cuales deberíamos lavar la cabeza todos los días es la dermatóloga tricóloga (la ciencia que se ocupa del diagnóstico y tratamiento de las alopecias y los problemas del cabello), Vanina Gegdyszman.
El cuero cabelludo es piel cabelluda, en la que se acumula sudor, seborrea, células muertas, como así también productos de cuidado capilar. La higiene es fundamental para poder mantener limpia esa piel cabelluda y equilibrada la microbiota, es decir, todos esos microorganismos que viven sobre nuestro cuero cabelludo
Vanina Gegdyszman, especialista.
Ahora bien ¿qué ocurre si no se lava todos los días? «Su desequilibrio o disbiosis puede desencadenar inflamación y patologías en el cuero cabelludo», advierte.
¿Por qué entonces, hasta hace no tanto, la máxima parecía ser que había que alternar días sin lavado? Gegdyszman entiende que se trataba de una confusión: se proponía espaciar la higiene de esta zona porque en realidad lo que ocurría era que se usaban productos inadecuados.
«La realidad es que cuando se habla de restringir el lavado se piensa en el cuidado de la fibra capilar, porque el lavado incorrecto puede volverla mas quebradiza», explica.
Sin embargo, la solución para tener un pelo saludable no sería lavarlo menos, según su mirada: «La clave no es espaciar el lavado, sino todo lo contrario, pero siempre realizándolo con el producto adecuado», insiste.
¿Para todos igual?
Sin embargo, no todo es blanco o negro. Al menos así lo entiende María Eugenia Cappetta, dermatóloga miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD).
«La frecuencia de lavado va a depender de las características del cuero cabelludo y de la fibra capilar: por ejemplo, una persona con pelo corto no tratado químicamente, y que además tiene un cuero cabelludo seborreico, lo puede lavar a diario sin problema, con un champú para pelo graso», grafica.
«En cambio contrapone, una persona de mayor edad, que tiene menor producción de sebo y que tiene pelo más largo y tratado químicamente con coloraciones o con alisados, puede hacer un lavado más espaciado, que puede ser por ejemplo de día por medio.».
En este sentido, aclara que no cree que haya una frecuencia «que se adapte a todo el mundo».
Creo que el error más frecuente que se suele cometer es no conocer qué tipo de cuero cabelludo o qué tipo de fibra capilar tenemos, y en base a eso no elegir el producto apropiado
Vanina Gegdyszman, especialista.
«La persona que tiene el pelo tratado con coloraciones o productos químicos como alisados, debería utilizar un champú más suave, con agentes de limpieza más amigables con el cuero cabelludo, y además debería usar acondicionador desde la mitad hasta las puntas», sugiere.
En definitiva, concluye: «Es difícil generalizar, pero los cuero cabelludos oleosos o grasos suelen requerir lavados diarios, y aquellos más secos, con fibras tratadas químicamente pueden espaciar los lavados, pero no menos de tres veces por semana», aconseja.
Y aclara: «Lo que sí es un mito es que lavar el pelo a diario genere más caída de cabello de raíz». Y refuerza: «No hace mal lavar el pelo a diario».
¿Cómo saber si estamos usando el champú correcto?
Para tener la certeza de que usamos productos acordes a nuestro cabello, primero habría que tener un correcto diagnóstico respecto al tipo de cabello y de cuero cabelludo que tenemos.
«Para poder elegir el champú correctamente hay que entender que su principal función es la higiene, y su principal componente es el detergente. El tipo de detergente va a clasificar a ese producto según su fuerza de limpieza», detalla Gegdyszman.
En este sentido, coincide con lo expuesto por Cappetta: «Si hablamos de un cuero cabelludo graso o con tendencia seborreica, debiéramos elegir los que tienen detergentes más fuertes, pero si estamos frente a cuero cabelludo más seco a normal, sensible, o un pelo tratado químicamente, los detergentes debieran ser más suaves.»
Y agrega que también debe contemplarse si existen condiciones como caspa o dermatosis seborreica, en cuyos casos se deberá optar por un champú con algún componente específico.
Los 3 errores principales
Gegdyszman da cuenta de los tres principales errores que suelen cometerse en el cuidado del pelo.
1. Tenerle miedo al lavado. «Hay que saber que la higiene, realizada de forma correcta, es nuestra aliada», asegura.
2. «El segundo error más común es creer que lo que le funciona a una amiga, conocida o familiar, me tendría que funcionar a mi también», esboza. Por eso, la importancia de la personalización de las medidas de higiene.
3- «Por último, creer en recetas milagrosas, dejando de tener en cuenta que el pelo tiene sus tiempos de crecimiento, así como otros múltiples factores que influyen», analiza.
Fuente: El Clarín
