En la circulación normal de cualquier ser humano, la sangre oxigenada es transportada a distintas partes del cuerpo. La que llega a las piernas tiene que volver al corazón y lo hace a través de las venas. El inconveniente surge cuando al estar parados o sentados, lo hace en contra de la fuerza de gravedad, o sea, de abajo hacia arriba.
Para favorecer que la sangre fluya en una sola dirección las venas tienen una válvulas o «compuertas» que se abren al pasar y se cierran cuando intenta retornar.
Cuando las válvulas fallan o están dañadas se dificulta el correcto retorno de la sangre y esto genera poco a poco la dilatación de la venas, generando las llamadas varices.
Existen distintos grado de afección y severidad, pudiendo ser dilataciones leves y superficiales, como son las «arañitas» en la piel de las piernas, o bien dilataciones notorias donde pueden observarse a simple vista las venas agrandadas.
¿Cómo se diagnostican?
En la mayoría de los casos los médicos las diagnosticamos con un adecuado examen físico. Aunque es de gran utilidad poder realizar una ecografía de las venas con el fin de poder identificar la localización de las fallas y el grado de afección de las mismas.
-Las mujeres suelen tener mayor predisposición que los hombres, así como las personas mayores. Aproximadamente la mitad de las mujeres mayores de 50 años tienen algún grado de varices en las piernas.
-Se considera que hay herencia familiar. De esto surge que muchos pacientes recuerdan que sus padres también tuvieron varices.
-El sobrepeso y la obesidad al aumentar la presión en el abdomen dificulta una adecuada circulación de la sangre.
-El embarazo, principalmente en el tercer trimestre, puede acarrear la aparición de las varices. Esto se debe tanto al tamaño y a la posición del bebé como al aumento de la circulación durante el mismo. Las principal manifestación con frecuencia es la presencia de arañitas.
-El tipo de trabajo y la posición de las piernas durante el mismo favorecen la generación de estas. Por ejemplo, aquellos que demanden períodos prolongados de estar parados o sentados con las piernas flexionadas.
¿Cómo se manifiestan?
Como se mencionó previamente, existen diferentes grados de severidad y los síntomas que generan suelen ser muy variados.
Puede ser un problema estético, como lo son las varices superficiales, donde en la mayoría de los casos no se acompaña de otro síntoma.
La aparición de edema y pesadez en las piernas tiende a ser en horas de la tarde o noche, o bien calambres a predominio nocturnos
Otras veces se manifiestan con cambios en la colocación de la piel hacia una tonalidad más bien violácea o azulada.
La formación de úlceras es el problema menos frecuente pero más grave ya que puede acompañarse de mucho dolor y de dificultad para caminar.
¿Cómo se pueden tratar las varices?
Si nuestros padres tienen varices, debemos saber que tenemos más probabilidades de tenerlas, por eso en estos casos los cambios en el estilo de vida deben empezar desde jóvenes.
Si tiene sobrepeso, baje de peso con dieta y ejercicio. Este último además favorece la circulación de la sangre.
Evite estar parado durante periodos de tiempo prolongados.
Si ya presenta síntomas como pesadez o calambres es de gran utilidad elevar las piernas durante la noche con una almohada o bien usar medias de descanso durante el dia que favorecen el retorno de la sangre desde los pies.
El cuidado de la piel es fundamental para mantenerla sana y evitar infecciones.
Así como existen diferentes formas de manifestarse, los tratamientos pueden ser muy variados. Las opciones van desde medicación que ayuda a mejorar la circulación o tratamientos locales de las varic
es superficiales hasta procedimientos más complejos que buscan resolver el problema de base de las mismas.
Es importante individualizar cada caso y elegir la mejor alternativa.
