Es muy común escuchar, entre personas que ingieren bebidas alcohólicas, que con “dos o tres cervecitas” estás apto para manejar, aunque posiblemente el nivel de alcohol en la sangre ya sobrepasa el límite establecido por la ley.
Pero, ¿qué pasa realmente cuando ingerimos alcohol?
En la siguiente tabla, con datos recopilados por BBC, encontrarás los probables efectos que diferentes niveles de alcohol en sangre tienen en la habilidad de las personas para conducir, según la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos.
Porcentaje de concentración de alcohol en sangre: 0.02%
– Disminución de las funciones visuales
– Disminución de la capacidad para realizar dos cosas al mismo tiempo
Porcentaje de concentración de alcohol en sangre: 0.05%
– Disminución de las funciones visuales
– Disminución de la capacidad para realizar dos cosas al mismo tiempo
Porcentaje de concentración de alcohol en sangre: 0.08%
– Disminución de la concentración
– Pérdida de la memoria de corto plazo
– Pérdida del control de la velocidad
– Se reduce la capacidad de procesar información (habilidad de ver avisos o señales)
– Deterioro de la percepción
Porcentaje de concentración de alcohol en sangre: 0.10%
– Habilidad reducida para mantenerse en la misma línea de la carretera y para frenar en forma adecuada
Porcentaje de concentración de alcohol en sangre: 0.15%
– Incapacidad sustancial para controlar el vehículo, prestar atención a las tareas de conducción y procesar las informaciones visuales y auditivas necesarias
GDA/El Nuevo Día/Puerto Rico
